El Sindicato de Enfermería SATSE convocó hoy huelga de Enfermería en Castilla y León para los días 22, 23, 24 y 25 de marzo debido a las bajas retribuciones que perciben las enfermeras de esta Comunidad. En concreto ganan 5.000 euros anuales menos que otras profesionales de otras comunidades, informa Ical.
Las responsables del sindicato se manifestaron hoy ante la Presidencia de la Junta de Castilla y León en Valladolid para exigir medidas que reviertan la situación que padecen las enfermeras de la Comunidad, “los peor pagados de España”, y continuará con las movilizaciones si no hay una respuesta por parte de la Administración autonómica, movilizaciones que desembocarán en la huelga prevista a partir del 22 de marzo.
SATSE criticó que la Junta de Castilla y León “expulsa” fuera de la Comunidad a cientos de enfermeras jóvenes que no ven futuro aquí debido a las retribuciones que se les ofrecen. En concreto, expuso, que sólo el 20 por ciento de las 750 enfermeras que se graduaron el pasado año en las facultades de Castilla y León se han quedado a trabajar en la Comunidad. “Prefieren marcharse a otras comunidades para lograr un contrato más estable y unas condiciones retributivas que aquí no van a conseguir, teniendo en cuenta que hay una diferencia salarial de más de 5.000 euros anuales con comunidades como Murcia, País Vasco o Navarra”, denunció.
Es por ello que exigió que se retribuya justamente el trabajo de estos profesionales, de forma acorde a su titulación, ya que son graduados universitarios con una alta especialización. “La Junta de Castilla y León quiere enfermeras especializadas y con una alta cualificación, que estas profesionales han demostrado durante la pandemia, pero sin embargo, no quiere pagar esa alta cualificación, lo que empuja a la salida de las enfermeras hacia otras comunidades”, dijo.
En este sentido, la secretaria general del Sindicato de Enfermería en Castilla y León, Mercedes Gag,o aseguró que “están hartas de oír que las UCIS funcionaban y que se está dando una asistencia de calidad a los pacientes gracias a la formación de las enfermeras, y es por ello, que exigió la retribución adecuada.
Además, las enfermeras de Atención Primaria y Emergencias son las que tienen el complemento específico más bajo de todos los empleados públicos de la Junta de Castilla y León, según apostilló el sindicato.
El sindicato también se quejó de que con la bajada de retribuciones que se produjo en 2010, los empleados de la Junta de Castilla y León, que más pérdida sufrieron fueron los del grupo A, titulados universitarios y en concreto, las enfermeras, y esa pérdida retributiva no se ha recuperado.
Advirtió, por otro lado, que el 40 por ciento de las enfermeras de Castilla y León se jubilará en seis o siete años, por lo que esta pérdida de efectivos enfermeros en la Comunidad va a condicionar la asistencia que se pueda ofrecer, ya que, generalmente, las enfermeras que se van ya no vuelven y cada vez hay menos enfermeras de la Comunidad, con lo cual, la carga de trabajo aumenta para el resto de profesionales enfermeros. “No va a haber relevo posible porque están haciendo oídos sordos a las advertencias”, añadió-
SATSE denunció durante años la situación y especialmente en este último de pandemia, en el que las bolsas de empleo se han agotado inmediatamente después de abrirse y la Administración sanitaria ya ha tenido enormes dificultades para encontrar enfermeras, mientras que las profesionales que trabajan en la Comunidad cada vez estaban sometidas a más carga de trabajo y más esfuerzo y estrés.
Es por ello, que exigió que el esfuerzo del colectivo enfermero debe ser retribuido convenientemente. “Se trata de retener a estas profesionales y evitar la sangría de enfermeras que se está produciendo en nuestra Comunidad”, reiteró Gago, quien agregó “las enfermeras están muy cansadas y ya no quieren reconocimientos sino que se pague adecuadamente el trabajo que realizan”.