El presidente del PP de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, dejó hoy la puerta abierta a no ser el candidato de su partido en la sesión de investidura a la Presidencia de la Gobierno autonómico. En una entrevista en Onda Cero, aseguró que “no se puede descartar” una decisión en este sentido, “si es la mejor para Castilla y León, para el PP y para mí mismo”. Asimismo, el líder del PP apuntó a que abrirá un periodo de reflexión en los próximos días sobre la cuestión. “Hay que pensar cuáles son los mejores escenarios para Castilla y León, el PP y para el que le habla , que tiene que empezar a pensar en sí mismo”, señaló en la entrevista, si bien aseveró que, “en cualquiera de los casos, intentará enderezar bien la gobernabilidad de Castilla y León, que es lo que nos debe importar ahora, con los máximos apoyos para que haya un programa de gobierno de progreso y desarrollo durante los próximos años”.
Durante la conversación con Carlos Alsina y recogida por la agencia Ical, el presidente del PP de Castilla y León aseguró que no pudo y no quiso participar ayer en el Comité Ejecutivo del PP porque necesita “una segunda jornada de reflexión” sobre los resultados electorales y no hacer análisis “apresurados”. “Yo tengo una capacidad de reacción más lenta y me gusta ver el paisaje después de la batalla”, indicó para a continuación explicar que su análisis del resultado, pese a haber ganado las elecciones, tiene “muchos matices”. “Estoy hablando desde una Comunidad que desde 1991 ha tenido mayorías absolutas que las ha perdido el pasado domingo y me presenta usted como un ganador. Cuando en el país de los ciegos el tuerto es el rey… mal asunto”, remarcó el líder ‘popular’. En este sentido, pese a mostrar su agradecimiento a los más de 500.000 “paisanos” que le dieron su apoyo al PP en las elecciones autonómicas del pasado domingo, Herrera apostó por una «reflexión» para conocer lo ocurrido desde las elecciones europeas porque 200.000 personas “se quedaron en casa” o eligieron otras opciones políticas.
Rosa Valdeón
En esta reflexión, que se produce considera en un momento inicial de la legislatura y en un tiempo “políticamente nuevo”, según dijo, también incluye un escenario que contempla la llegada de “generaciones nuevas de políticos, una exigencia social de caras nuevas”, si bien matizó que en ocasiones se trata más de caras nuevas “que están detrás de las marcas blancas, que han aprovechado el viento favorable, y no traen nada y ofrecen propuestas precipitadas”. En este sentido, y en el marco de la reflexión sobre la necesidad de relevo generacional en su partido, el entrevistador le preguntó por Rosa Valdeón y encontró los elogios de Herrera: “Es una mujer con alma, con brillo, con luz, es una política social, que a mí me encanta, es una persona que cree en la libertad individual, en la capacidad de iniciativa individual y social (…) es una política que a mí particularmente me gusta y por eso la he tenido siempre en mi entorno”.
Respecto a las relaciones dentro del PP, el presidente de la Junta reconoció que la línea de comunicación entre la dirección nacional y la organización autonómica es “manifiestamente mejorable, si bien reconoció que “casi nunca” utilizan su capacidad de influir en el discurso de la organización porque, al final, “el PP somos todos” y reprochó a los líderes regionales que se escudan en que “todos los males vienen de Madrid”.
La arrogancia de Soria
En su análisis, el jefe del Ejecutivo autonómico tuvo duras palabras para el ministro de Industria, José Manuel Soria, de quien dijo, su actitud respecto al conflicto del carbón “es un ejemplo de arrogancia y antipatía”. Herrera vinculó este comportamiento con la pérdida de tres escaños en las Cortes por la provincia de León y, por lo tanto, la pérdida de la mayoría absoluta del PP en la Comunidad. “De esos tres algo ha tenido que ver la absoluta insensibilidad y arrogancia con la que el Ministerio de Industria, con su titular, están tratando un tema tan complicado, pero al mismo tiempo tan sensible y vivido -porque estamos hablando de familias-, como el del carbón. Ese es un ejemplo de arrogancia y antipatía”, remarcó para a continuación señalar que se pensaba que esa arrogancia era “una exclusiva socialista”, pero ahora “puede estar pasando” al PP. En este sentido, desveló que ha escuchado en algunas ocasiones al ex presidente de la Junta, Juan José Lucas, decir que las elecciones las iban a perder “por antipáticos”. “Y en alguna medida nos está pasando o nos puede pasar algo de eso”.
Las claves de la derrota
Asimismo, aseguró que la clave de la derrota electoral en toda España no es que Rajoy haya gobernado de espaldas a la sociedad sino que lo ha hecho “pensando en la sociedad y pensando en la repercusión de sus medidas y de sus no medidas”, pero admitió que existe un problema de comunicación acerca de estas medidas que se ha encontrado con un entono social “muy complejo no adverso”, aunque destacó que el PP se ha movido bien en la calle. A su juicio, el “claro cansancio” por la crisis está detrás de los resultados delas últimas elecciones, pero también por “abusar” del discurso de la recuperación que no es percibida por muchas familias. En este sentido, puso como ejemplo que en la Comunidad hay más de 200.000 parados y explicó que la mejora económica no es gracias a la “varita mágica” de los gobernantes sino al esfuerzo y sacrificio de todos como los ciudadanos, trabajadores, los empresarios, los funcionarios y los pensionistas.
Herrera también se refirió al “cabreo” de la sociedad con los casos de corrupción en los que el “propio PP hemos cometido muchísimos errores, antiguos y presentes” en materia de regulación, control y confianza en personas que no la merecían. Por eso, criticó las “dudas” a la hora de reaccionar frente a la corrupción.
También lamentó el error de ser “demasiados miméticos” porque durante unas elecciones autonómicas y municipales corresponde al presidente Mariano defender el “discurso macroeconómico” mientras que el resto “nos hemos refugiado y agarrado demasiado en ese argumentario pese a ser cierto porque la recuperación es el principal de los objetivos marcados” que es previo a la creación de empleo. Incluso fue más allá y criticó la excesiva “suficiencia entre algunos de los nuestros” porque Herrera prefirió apostar por la humildad y tener un “poco más de alma”.
No obstante, Herrera consideró que el Partido Popular comparte un proyecto de país y recordó su discurso de los últimos dos meses de agradecimiento a la formación por contar con un “proyecto común, coherente y fundamentado en los valores de la Transición y la Constitución de 1978”. A su juicio, eso permite que el PP pueda decir “cosas iguales” en cualquier lugar de España pero, a la vez, facilita que él pueda trabajar por “lo más próximo y más cercano” aunque, en ocasiones, en contradicción con las líneas que marca el Gobierno de la Nación gobernado por su propio partido.