El Grupo Espeleológico Edelweiss sopla en 2021 las velas de su septuagésimo cumpleaños, y sus integrantes lo hacen con la misma ilusión que el primer día. El grupo espeleológico más antiguo de Castilla y León prepara para el mes de octubre una exposición que reunirá sus hitos más destacados en estos 70 años de trayectoria.

Fundado en 1951 y vinculado a la Diputación Provincial de Burgos desde 1954, surgió de la mano de un grupo de amigos que disfrutaban explorando la Cueva del Castillo de Burgos. Con el tiempo los miembros fueron aumentando y con ello el afán por conocer los tesoros escondidos de la provincia burgalesa. Fue precisamente tras lograr el patrocinio de la Diputación, cuando el denominado Grupo Edelweiss comenzó sus exploraciones en la Sierra de Atapuerca, y poco después en el complejo de Ojo Guareña, que hasta hace unos años estaba considerado como el sistema kárstico más grande de la península, tal y como recuerda el presidente del grupo espeleológico, Fernando Pino.

Fue precisamente el Grupo Edelweiss el encargado de descubrir el primer santuario de arte rupestre del Complejo: la Galería de los Grabados. Un hito que aún recuerdan con orgullo y que destacan como uno de sus mayores logros.

Con el fin de rememorar todos estos descubrimientos y poner en valor esta actividad que definen de “altísimo riesgo”, preparan para el mes de octubre una exposición que resumirá por medio de fotografías estas siete décadas de trabajo, y a través de la cual tratarán de acercar a la ciudadanía de la provincia de Burgos sus paisajes kársticos, así como sus principales cuevas, simas y otros lugares singulares que esconde el subsuelo burgalés.

Desde el Grupo pretenden mostrar así la “riqueza y diversidad” del subsuelo kárstico que acumula el territorio. Aunque la fecha de inauguración está a expensas de cómo evolucione la pandemia del COVID-19, desde la dirección confían en poder inaugurarla en Burgos, para después recorrer los pueblos de la provincia.

Una de las localidades que expondrá esta muestra será Espinosa de los Monteros (Burgos), y además el Grupo espeleológico publicará un monográfico de los Montes del Somo y Valnera, fruto de sus trabajos de exploración e investigación en esta zona. De hecho, cuentan con un inventario de 718 cavidades en este territorio, que acumula más de 128 kilómetros de galerías horizontales, así como el “mayor número de pozos de desnivel absoluto superior a 100 metros de la provincia”, tal y como aseguran.

Asimismo, planean una serie de conferencias para el último trimestre del año, aunque esta última idea aún está “en el aire”, según indica Fernando Pino. “Queremos que sea un resumen, algo vistoso”, afirma. Para ello planean servirse de las imágenes que a lo largo de estos 70 años han ilustrado sus salidas, con el fin de dar a conocer su proyecto a la ciudadanía burgalesa, y en especial a las nuevas generaciones, que admiten que pueden ser las que más desconozcan su trabajo.

En este sentido, Pino explica que están estudiando también llevar a cabo una serie de cursos formativos, para atraer a espeleólogos más jóvenes. “La edad media que tenemos ahora en el grupo es alta. Necesitamos juventud”, aseguró. Por ello quieren promover más el Grupo, para que la gente joven lo conozca y se anime a incorporarse a él.

Constancia

“Constancia, mucha constancia”, así define el presidente del Grupo Espeleológico Edelweiss, Fernando Pino, estos 70 años de trabajo. “Muchos grupos han tenido altibajos, pero nosotros hemos seguido una línea más o menos continua. Siempre ha estado el grupo trabajando y colaborando”, añade. En estos años han llevado a cabo una “recopilación muy exhaustiva de la provincia”, y se han catalogado 2.970 cuevas en ella.

En este sentido, Pino destaca la colaboración con los científicos como uno de los puntos clave de su trabajo, lo que les ha permitido ser una “referencia” para los investigadores; y recuerda que en España la espeleología se encuentra a un “nivel bastante alto”, destacando incluso como “pioneros” frente a otros países.

Sin embargo, es consciente de que su trabajo no ha finalizado, porque aún quedan muchas cuevas por descubrir en la provincia, por lo que entre sus objetivos principales de cara al futuro se plantean “proteger, conservar, explorar, topografiar y estudiar las cuevas”, además de digitalizar toda la información de la que ya disponen, para facilitar el acceso de los investigadores.