El Ministerio de Fomento continúa con su calendario de inauguraciones para este año y la próxima semana le toca el turno a uno de los tramos de la circunvalación de Segovia, la SG-20, cuyas obras arrancaron en 2016.
Según fuentes consultadas por Ical, el Ministerio que dirige en funciones José Luis Ábalos pondrá en servicio en los próximos días el tramo (B) de 7,13 kilómetros que comprende desde la carretera de La Granja, la CL-601, hasta el enlace de la N-110, sentido Ávila (kilómetro 15,53). Las obras se adjudicaron a Azvi a finales de diciembre de 2015 por 16,9 millones de euros.
En este tramo se está culminando la barrera de contención y el entronque con la N-110 por lo que si no surge ningún contratiempo los conductores podrán estrenarlo la próxima semana. Así se pone fin a una obra que se licitó a principios de 2015 con un presupuesto de 24,62 millones. En este concurso participaron 36 empresas, si bien fue Azvi la que se hizo con las obras por algo menos de 17 millones, lo que supuso un 31,07 por ciento menos.
Igualmente, el Ministerio calcula que en las “próximas semanas” será posible poner en funcionamiento el otro tramo (A), adjudicado a Dragados. Con sus 8,4 kilómetros va desde el enlace con la autovía de Pinares (Segovia-Valladolid) hasta la conexión con carretera autonómica CL-601. Rodea la capital de noroeste a suroeste, con cuatro enlaces y tres viaductos para salvar los ríos Cigüiñuela y Eresma y el arroyo Cerezo.
En noviembre de 2015, el Ministerio adjudicó a Dragados en 28,03 millones las obras de este tramo, que se vieron paralizadas durante unos dos meses para solucionar el problema de la retirada de los residuos de un vertedero que se encontraba en la zona de apoyo de los pilares de ampliación del puente sobre el río Eresma. Ahora, sin embargo, los trabajos siguen el ritmo “previsto”, según las mismas fuentes, por lo que se espera su finalización para las próximas semanas.
Características técnicas
La circunvalación SG-20 soporta, según los cálculos de Fomento, una alta intensidad de tráfico, que alcanza los 18.000 vehículos diarios de media en algunos puntos. Además, enlazan con ella infraestructuras de doble calzada, como la autopista AP-61 de San Rafael a Segovia y la autovía autonómica A-601 de Segovia a Valladolid.
El proyecto consiste en duplicar la actual carretera SG-20 que circunvala la capital segoviana por el este por los términos municipales de Segovia, Bernuy, La Lastrilla y San Cristóbal.
La velocidad de diseño es de 100 kilómetros por hora, ya que la nueva autovía tiene dos calzadas con dos carriles cada una de 3,5 metros, arcenes exteriores de 2,5 metros e interiores de un metro. La mediana que separa ambas calzadas será de diez metros.
Ha sido necesario construir 24 estructuras, de las que dos son pasos superiores, 18 inferiores, tres son viaductos y uno, una pasarela. Además otras tres estructuras existentes se han aprovechado. También, se han remodelado los enlaces existentes con la A-601, la N-110, la SG-V-6123, la CL-601, la autopista AP-61 y la N-110, al final del tramo, que se dirige a Villacastín y Ávila.
18 años a la espera
La circunvalación de Segovia entró en servicio en octubre de 2001 y poco más de un año después, en diciembre de 2002, el Gobierno central (en manos del PP) anunció su intención de desdoblarla. Hasta ahora tiene un carril por sentido en la mayor parte del trazado, que discurre por Segovia, Bernuy de Porreros, La Lastrilla y San Cristóbal a lo largo de 15,5 kilómetros.
La elevada siniestralidad que registró sobre todo en sus comienzos (12 fallecidos en el primer año) elevó la polémica en torno a esta vía que se concibió con una previsión de 6.000 vehículos de media al día, cuando el tramo con más movimiento (los 2,9 kilómetros que separan las salidas hacia San Cristóbal y La Granja) supera en la actualidad los 18.000.
El estudio informativo para el desdoblamiento se licitó finalmente en marzo de 2004, pero no fue hasta finales de 2009 y principios de 2010 cuando el departamento que entonces dirigía el socialista José Blanco dio luz verde al proyecto con un presupuesto de 63,7 millones de euros.
Los cruces de reproches políticos, sobre todo entre PP y PSOE, han sido constantes en este tiempo en torno a un proyecto que ha contado con diversas partidas en los Presupuestos Generales del Estado, con gobiernos de uno y otro color y la mayoría sin ejecutar.