El vicepresidente de la Junta de Castilla y León ha dicho que el hecho de que «se suspenda el estado de alarma hace desaparecer las medidas que afectaban a derechos fundamentales».
Esto quiere decir que una vez finalice el estado de alarma, el próximo 9 de mayo, desaparece el cierre perimetral, el toque de queda, la limitación de personas en las reuniones o el aforo en las iglesias.
«No existe ninguna seguridad jurídica» para tomar medidas de otro tipo que supongan vulneración de derechos fundamentales, ha insistido Igea.
En cuanto al horario de cierre de la hostelería, ha confirmado que «no entiende posible ni razonable que se mantenga la limitación horaria en los establecimientos, si ya no hay toque de queda».
Francisco Igea ha hecho un llamamiento a la prudencia porque, sobre todo, con la movilidad de unos territorios a otros «lo más probable es que se produzca un trasvase de la incidencia y un incremento previsible» de casos.
Por ello, pide a los ciudadanos precaución y mantener medidas sanitarias y de higiene.