DOBLE RETO UNIENDO CAMINOS A CONTRACORRIENTE
DÍA 10: PORTOMARÍN – ARZÚA. Por Abel de Frutos
54KM – 8h48
Tras la tempestad llega la calma
A veces, los desafíos más duros son los que revelan nuestras fortalezas más
profundas. Cada tormenta trae consigo una lección y, al final, un cielo más
claro para seguir adelante. Confía en que, después de la tempestad llega la
calma.
A las 00:00 un trueno revienta la noche y exaltado despierto pensando que
todo es un sueño. No, estoy en la cama del hotel en Portomarín y el teléfono
me confirma que hay tormenta pero que pasará y el día será soleado. Consigo
volver a dormir y me levanto pronto para comenzar la etapa 10, previa a la
última etapa del reto en la que pasaré el testigo a mi compañero Gonzalo.
Salgo de noche y con mucha humedad lo que me provoca sudores (si empiezo
a sudar ya desde el minuto uno). Etapa de sube y baja continuos, divertida a la
vez que complicada pero que transcurre principalmente por senderos muy
corribles y divertidos. Aunque la idea es aprovechar el fresco de la noche para
correr al máximo, me encuentro cansado y no puedo tirar tanto como quisiera.
Aún así no llevo mal ritmo y a pesar del cansancio voy disfrutando. Mientras
amanece busco el sol que debería estar ahí pero que de momento ocultan las
nubes. Y tanta nube en Galicia significa algo, lluvia. Comienza a llover
ligeramente por lo que no lo doy mucha importancia teniendo en cuenta que
voy por senderos protegidos de árboles.
Pero en un breve espacio de tiempo la fina lluvia se convierte en tormenta que
me obliga a sacar el chubasquero e incluso de meterme bajo una marquesina
mientras arrecia el temporal.
Cual tormenta de verano en 10-15 minutos para de llover y llega la calma. Lo
que provoca esa subida de temperatura junto con su humedad. Aún así y pese
al cansancio puedo ir controlando los dolores y disfrutar de los de senderos que
vamos recorriendo tanto yo, como los cientos de peregrinos que voy pasando a
cada segundo. A falta de 15 kilómetros decido parar y tomar algo fresco n un
bar, esta vez una coca cola y una empanada gallega.
Tras en sube-baja continuo, acabamos la etapa con 3 kilómetros de subida
hacia Arzúa disfrutando de la décima y pensando ya en como será la última
etapa del reto.
Ya toca descansar para atacar la undécima etapa, 39 kilómetros para llegar a
Santiago, tras los más de 500 kilómetros recorridos hasta hoy. Etapa que
transcurrirá entre Arzúa y Santiago y en laque por fin contaré con la compañía

de Gonzalo, Guipu y Ana que recorrerán los últimos 20 kilómetros de mi parte
del retoque acabará en Santiago junto alguna de las familias de AEFAT.
Siempre por ellos en busca de una cura para la ataxia telangiectasia. Ya
sabéis, si queréis apoyarnos podéis hacerlo en migranodearena.org.