Alrededor de medio centenar de personas abandonaron ayer sus butacas en el estreno de la gira de la obra teatral ‘Enrique VIII’ en Segovia ante la falta de sonido que impedía escuchar la representación a los espectadores más alejados del escenario. Interpretada en el antiguo convento de Santa Cruz la Real, sede de la actual IE University, la obra que comenzó en la capital segoviana su gira por España, comenzó pasadas las 19:00 horas y minutos después una de las asistentes abandonaba el patio de butacas gritando “no se escucha, es una vergüenza”.
Poco a poco fueron abandonando la sala muchos de los asistentes situados en la parte central y posterior del aforo debido a las dificultades que entrañaba para la audición la repetición de sonidos que propiciaba el actual aula magna de la universidad, construida a finales del siglo XV por los Reyes Católicos. Algunos de ellos increparon incluso a los actores que atravesaban el pasillo mientras continuaban con su trabajo. “Que sepáis que no se os oye”, reprochaba una asistente. Tras salir del espacio muchos de ellos pudieron reunirse con la organización quien les pidió perdón y les aseguraron que se tomarían las medidas oportunas como la devolución de los 22 euros de las entradas.
El presidente de la Fundación Siglo de Oro, Rodrigo Arribas, lamentó en declaraciones a Segoviaudaz.es, que “un espectáculo basado en la palabra no llegara a través de ella”. Por este motivo, aseguró que se devolverá el dinero a los espectadores que lo deseen y que la organización pretende invitarlos, si finalmente se cierra, a la función que se programa en Ávila para el 17 de febrero. Arribas confesó estar “muy triste” y “devastado” porque las condiciones de la iglesia no permitieran ofrecer un sonido óptimo conociendo que “tenemos un producto de calidad”, como se demostró en teatros de Londres y Madrid.
Una función que se tornó “agridulce”, como explicó Arribas, y que ya está devolviendo el importe de las entradas a los espectadores descontentos. Fuentes de la Central de Reservas de Segovia, ubicada en el Centro de Recepción de Visitantes, aseguraron que durante la jornada fueron varios los espectadores que asistieron con su entrada reclamando el importe de la misma. “Con total normalidad” se devolvió el importe a los espectadores descontentos que actuaron, según las mismas fuentes, correctamente en todo momento.
Una interpretación empañada
Una nutrida representación institucional segoviana asistió junto a más de 400 personas al comienzo de la gira por teatros españoles de la obra de William Shakespeare producida por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) a través de su Fundación. Dirigida por Ernesto Arias y coproduciada por la Fundación Siglo de Oro, la compañía Rakatá fue la encargada de poner en escena una historia de cambios políticos, religiosos y sociales, tras su exhibición en el Shakespeare’s Globe Theatre de Londres.
Aunque empañada por algunos de los momentos tensos que se vivieron derivados de la acústica, la historia repasó el carácter enérgico y político de Enrique VIII y del triángulo amoroso creado entre su primera esposa, Catalina de Aragón, hija menor de los Reyes Católicos, y Ana Bolena, la que se convertiría en su segunda mujer.
Con un elenco de 14 actores y el telón de fondo de su ruptura con la iglesia católica, lo que propició el germen del nacimiento de la anglicana, la obra relató el comienzo de la relación de Enrique VIII, interpretado por Markos Marín, con Ana Bolena. Una “abandonada” Catalina de Aragón, puesta en escena por Elena González, demostró el arraigo de una “hija de reyes” por su país natal y el destierro y abandono sufrido en Inglaterra del siglo XVI hasta su muerte.
El elenco fue completado por los actores Jesús Fuente, Rodrigo Arribas, Alejandro Saá, Daniel Moreno, Oscar de la Fuente, Alejandra Mayo, Bruno Ciorda, Julio Hidalgo, Jesús Teyssiere, Sara Moraleda, Asier Tartás Landera y Diego Santos. Tras la actuación en Segovia, la obra pasará por una veintena de ciudades españolas con medio centenar de representaciones.