El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, animó hoy en Coca a todas las empresas del sector agroalimentario a presentar proyectos y solicitar las ayudas de la última convocatoria de la Adminsitración autonómica, que está dotada con 68 millones de euros, para convertir a sus industrias en las «más modernas, competitivas y sostenibles de España.
Un dinero que, según precisó, servirá para que las empresas inviertan en la mejora de sus inmuebles, la adquisición de maquinaria y bienes de equipo como las instalaciones robóticas y la compra de programas informáticos y patentes. Además, la convocatoria primará la sostenibilidad y la apuesta por digitalización de las compañías. Por último, la Junta valorará los proyectos que afronten los retos ambientales como la economía circular, los que se estén radicados en el mundo rural, los que tengan un carácter asociativo y en los que participen los propios agricultores y el emprendimiento joven y femenino, sin olvidar el mantenimiento y la creación del empleo.
Alfonso Fernández Mañueco declaró, según recogió la Agencia Ical, que las “intensidades” de las ayudas son las máximas que permite la Unión Europea. Por lo tanto, el importe máximo podrá llegar hasta los 4,5 millones de euros, con la posibilidad de solicitar los anticipos de las cantidades concedidas para que las empresas no tengan que solicitar anticipos o préstamos.
Con motivo de su visita a las instalaciones del Grupo Copese en la localidad segoviana de Coca, el presidente de la Junta consideró «necesarias» estas ayudas por que el sector de la agroalimentación es “estratégico” en la Comunidad por que da salida a lo que lo producen los agricultores y ganadores en sus tierras para que acabe en la industria de transformación pero también no se deslocaliza.
2,8 millones para industria forestal
Por último, la Junta también ha abierto una convocatoria de ayudas para la industria forestal, dotada con 2,8 millones de euros. Unas partidas que beneficiarán a las pymes que lleven a cabo la transformación industrial de la madera, las que utilizan productos forestales para uso alimentario y las que procesan la biomasa forestal.
En esta línea, se mantienen los mismos criterios que para el sector de la agroalimentación, que pasan por un apuesta por la modernización, el territorio rural, la sostenbilidad y el medio ambiente y la digitalización y las nuevas tecnologías. La ayuda máxima será de 400.000 euros.