La Gimnástica Segoviana sigue sin levantar cabeza. El equipo de Ramsés recibió un doloroso correctivo (2-4) ante el Osasuna B en La Albuera en un partido en los que los navarros convirtieron la práctica totalidad de sus acercamientos a portería. La fragilidad defensiva de la Gimnástica está siendo un drama para los segovianos, que han encajado la friolera de 47 goles en 24 partidos, a casi dos tantos por partido. Así es imposible.
Y eso que el plantel está casi al completo recuperado y solo Fernán era baja. Carmona formó en portería con una línea de cuatro con Silva por la derecha y Rubén por la izquierda; Abel y López de centrales. Juan de la Mata y Fer Llorente, con Berlanga y Sanz de volantes; Hugo Díaz en punta y Farrell como hombre más adelantado.
El partido ya empezó mal, como todos los últimos, con un gol encajado en el primer cuarto de hora. El rápido empate de Juan de la Mata no sirvió apenas de nada y dos acciones similares volvieron a poner por delante a los rojillos. Con la renta desfavorable de dos tantos se llegó al descanso.
Revolución en el descanso
Ramsés Gil cambió el plan del partido e introdujo cambios en el descanso para agitar el avispero – Borrego y Gómez por Hugo Díaz y López – y buscar alguna opción de, al menos, puntuar. Imposible. El gol de Farrell dio opciones a los segovianos que pronto vieron como los pamplonicas aumentaban la renta hasta dejarla en el (2-4) definitivo. El Osasuna B encontró portería cinco veces de las que cuatro fueron goles. La Segoviana, por su parte, encontró marco en siete oportunidades para tan solo dos tantos. Paupérrima efectividad.
La situación de los segovianos empieza a ser dramática por resultados, por sensaciones y, sobre todo, porque apenas mantiene averages ganados con ningún equipo y dadas las apreturas en la tabla, cada gol es un tesoro. También es verdad que, de seguir esta dinámica, no hará falta mirar más allá de cuándo el equipo certifica el descenso.