Quizá se escuchó algún grito aislado o conato de abucheo, pero lo cierto es que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue muy bien recibido por los vecinos de Sotalbo y de localidades colindantes que se acercaron con la intención, que alguno pudo hacer realidad, de contar su situación en primera persona. Se escucharon aplausos en varias ocasiones o inclusos gritos de ‘presidente, presidente’ cuando Sánchez se acercó a saludar a los abulenses que esperaban cerca de donde iba a tener lugar la reunión con los alcaldes para valorar la situación de la zona tras el grave incendio que arrasó casi 22.000 hectáreas.
Llegó el presidente del Gobierno en helicóptero a Sotalbo y desde allí hizo un recorrido a pie por la parte baja del pueblo hasta la vaquería donde entraron las llamas. Y con este paseo llegaron ya los primeros gritos en los que se escuchaba: «Ayúdanos, Pedro, zona catastrófica». Tras estos primeros minutos, ya en coche, Sánchez se trasladó a la parte alta, desde donde pudo ver de nuevo la devastación de un incendio que tan cerca se quedó de las casas de Sotalbo.
No faltó el saludo a los alcaldes que acudieron a la cita, y la foto de rigor, antes de hacer la declaración institucional en la que se cumplió el guion al anunciar la concesión de zona catastrófica. Quizá algo menos protocolario, aunque lleno de medidas de seguridad, fue el paso de Pedro Sánchez por el grupo de vecinos de Sotalbo y otros municipios que esperaban tras la cinta para hablar, aunque fuera unos segundos, con el presidente. Se acercaron a pesar de que hacía mucho calor y el sol daba de plana, por lo que había quien iba con sombreros, abanicos o incluso se llevó una silla para hacer la espera con más comodidad.
Entre estos asistentes se encontraba un grupo de jóvenes de entre 16 y 19 años, entre los que estaba Álvaro, quien señaló que había sido «muy majo con nosotros, muy amable, nos preguntó de dónde éramos y le explicamos que veraneamos aquí. También nos contó que el Consejo de Ministros va a declarar zona catastrófica».
Muy cerca de estos jóvenes se encontraba Alicia, natural de Sotalbo, que le comentó que su padre es ganadero y se le ha quemado la tierra, las pacas y se ha caído una nave. «Y es un hombre de 83 años que sufre todo el daño moral, le ha hundido más», aseguró. Eso es precisamente lo que le contó al presidente del Gobierno. Más crítica, o quizá desesperanzada, se mostraba Nuria, que tiene a sus padres en el municipio seis meses al año. «Prometen mucho y hacen muy poco», decía, mientras insistía en pedir «que miren por los ganaderos porque lo verde no se recuperará». Dice que le comentó el presidente que sí van a recibir ayudas pero por lo menos, por ahora, afirma que «cuando lo vea, lo creeré», con la esperanza en que no se quede en solo una foto.
El presidente del Gobierno también pasó unos momentos hablando con Benito Zazo, que fue alcalde de Solosancho por el PSOE, y Juan Luis Gómez. Entre las cosas que le hicieron llegar a Pedro Sánchez fue cómo el fuego afectó a unos pinos de los años 30, que en su día se beneficiaron de un programa de ayuda para personas sin trabajo. Le pidieron que el Gobierno no les abandone y también se refirieron específicamente a ayudas para el turismo rural, que están damnificados, como sucede con la ganadería. Le hablaron de las cancelaciones de reservas que están sufriendo, algunas incluso para los meses de octubre y noviembre, y «él se comprometió a no abandonarnos», se comprometió «con todos los sectores». No quisieron olvidar la situación concreta de la localidad de Solosancho, con cuatro municipios y más de un centenar de plazas de turismo rural.
Además de los vecinos, el presidente del Gobierno se acercó a saludar al operativo que participó en la extinción del incendio, entre ellos a los miembros de Protección Civil, a quienes preguntó qué tal estaban y si ya estaban más tranquilos. «Y poco más», dicen tras hablar con él.
Tras estos saludos, y despidiéndose con un improvisado aplauso, Pedro Sánchez se dirigió a la reunión que estaba previsto celebrar con alcaldes de la zona y con representantes institucionales, terminando así la parte de cercanía con los vecinos, aunque todavía hubo quien esperó a que terminara la reunión para poder volver a saludar.
Una de las imágenes que dejó el cierre de la visita de Pedro Sánchez a Sotalbo fue la protagonizada por el presidente del Gobierno cuando firmó la escayola de Paquita, que esperaba ilusionada este momento. El mensaje fue ‘Para Francisca, con cariño, Pedro’. Trras recibir la firma, dijo que estaba «muy contenta» y que si valiera de algo, cuando le quitaran la escayola, la subastaría para ayudar. Pero parece que finalmente la guardará. Asegura que ella se lleva «lo bueno» y afirma que le hizo mucha ilusión verle y que se mostró muy cariñoso.