El tercer encierro de las fiestas de Cuéllar ha resultado muy rápido y limpio. Excelente comportamiento de los novillos de la ganadería vallisoletana ‘Toros de Brazuelas’ en el campo y en el tramo urbano. Con puntualidad, se realizó un descenso controlado y agrupado en El Embudo, entrando los seis novillos en las calles de la villa. Este martes, los mozos sí pudieron ejecutar bonitas carreras.
«Un encierro de libro”, así definió el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Cuéllar, Marcos Rodríguez, el desarrollo de esta tercera cita. Las reses tuvieron un gran comportamiento, “juntas y hermanadas”, desde que salieron de los corrales del río Cega. “La lluvia que cayó ayer ha propiciado que hubiera menos polvo”, explicó Marcos Rodríguez, un motivo más para que “hayamos disfrutado de forma sublime durante todo el recorrido”.
El concejal del consistorio cuellarano explicó que ha sido perfecta la ejecución del descenso por ‘El Embudo’, por parte de los caballistas y la dirección de campo. La formación en ‘uve’ permitió que la manada bajase por la tierra hasta la mitad. “La mejor distancia para que allí se abran los caballos”, y novillos y mansos entren unidos en las calles de Cuéllar. “Una bajada muy bonita y vistosa», sentenció Marcos Rodríguez.
Los novillos de ‘Toros de Brazuela” emplearon dos minutos en hacer el recorrido urbano, lo que permitió a los corredores lucirse disfrutando de la velocidad de la manada, para ejecutar bonitas carreras, en los diferentes tramos.
Un encierro muy rápido y limpio. En la enfermería del coso cuellarano, sólo se tuvo que atender a un hombre con una luxación en el hombro tras golpearse con un coche, en la zona de corrales.