El Viveros Herol solventó con un empate (34-34) su compromiso de la jornada 3 de la Liga Plenitude Asobal disputado ante el Abanca Ademar León en el pabellón Príncipe Felipe de Astorga, feudo temporal de los leones por las obras de su pabellón.
El resultado, que puede catalogarse como extraordinario por la tradición y potencial de ambas escuadras, hizo justicia a lo visto en el terreno de juego. El equipo segoviano comenzó de manera errática, pero supo rehacerse pese a contar con rentas desfavorables de hasta cinco goles.
Los naveros, sin renunciar a su juego rápido – a veces alocado – mostró más concentración que en su última salida a Granollers y supo sobreponerse a los arreones leoneses aplicando, por momentos, un juego más pausado. Especial mérito tuvo el sobreponerse al último estirón local, que dejó a falta de escasos instantes para el final del encuentro un renta desfavorable de dos goles (34-32). Fue en la última jugada cuando Moyano, baluarte ofensivo de los de La Nava, anotó el último tanto que subía las definitivas tablas al luminoso.
Pérez Arce, tormento para sus ex compañeros
Rodrigo Pérez Arce fue sin duda el jugador más desequilibrante del envite. Anotó goles de todos los colores y durante muchos minutos llevó el peso anotador de su equipo, algo que puede que terminara pasándole factura al equipo leonés, preparado por Dani Gordo.
Por los segovianos, el equipo médico habitual entre los más destacados: Moyano, Smetanka y Prokop – sobre todo en el primer parcial – en ataque, y Patotski y Luis de Vega en portería, auxiliados por sus compañeros en defensa. La lesión de Gonzalo Carró fue, de largo, lo más negativo de la tarde.
El equipo navero parece que ha tomado el pulso a la competición gracias a su victoria del fin de semana anterior y ya suma tres puntos en otros tantos partidos. Los mismos que acumula el equipo de Dani Gordo, que no conoce ni la victoria ni la derrota y acumula tres empates.