Elena Vallejo de la Mata, nueva directora de la Residencia El Sotillo de Cáritas Diocesana. Elena Vallejo de la Mata ha asumido la dirección del centro, cuyo nombramiento ha sido decidido por el Consejo Diocesano de la entidad para concretar de esta manera el cambio en la gestión integral del centro residencial, que volvió a retomar en enero de este año.
La decisión se enmarca en el objetivo de Cáritas de mantener y mejorar la oferta de servicios que se presta a los residentes, así como la calidad en la atención a las personas mayores con el equipo de profesionales con los que actualmente cuenta el centro.
Vinculada a la residencia desde hace 17 años, Elena Vallejo cuenta con un amplio currículo profesional. Es diplomada en Terapia Ocupacional y cuenta con un master en gestión y planificación de centros residenciales y asistenciales, así como un master superior en prevención de riesgos laborales y un posgrado de experta en ortopedia y ayudas técnicas.
Su trayectoria laboral le ha llevado a trabajar en un buen número de centros públicos y privados, en los que ha acumulado la experiencia y conocimientos adecuados para afrontar esta nueva responsabilidad, que asume como “un reto ilusionante”.
“Para mi esta casa es mi casa, en la que siempre me he encontrado muy cómoda”, señala la nueva directora, que señala que su principal objetivo es volver al rumbo perdido tras la pandemia, donde la residencia sufrió al igual que otras, los devastadores efectos que produjo en todas las residencias.
Vallejo recuerda la pandemia como “un tiempo lleno de dificultades”, en el que hubo de afrontar la gestión de un centro lastrado por las bajas de los trabajadores y la pérdida de hasta 40 residentes víctimas del Covid. “Fueron meses muy duros, donde gracias al esfuerzo de los trabajadores pudimos afrontar una situación nunca imaginable por su magnitud”, asegura.
En esta nueva etapa, la directora trabajará para que en la residencia de El Sotillo el trato personalizado, cercano y humano al residente sea el objetivo prioritario. “Siempre ha habido un sentido de pertenencia a esta casa, tanto en los residentes como en los trabajadores, y hay que luchar para volver a ser lo que éramos, una gran familia”, asegura.
Actualmente, la Residencia de El Sotillo dispone de una plantilla de 55 trabajadores que prestan atención a 93 residentes, y cuenta con solicitudes de nuevos ingresos para incrementar el número de residentes. La capacidad total del centro es de 108 plazas de las que 12 están concertadas con la Junta de Castilla y León.
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