La planta de envasado Bezoya de Ortigosa del Monte ha mostrado la fortaleza del sector de aguas minerales en el medio rural de Castilla y León, durante una visita institucional organizada por la Asociación de Aguas Minerales de España (Aneabe). Los asistentes han puesto en valor la contribución de dicho sector al desarrollo económico y social de los pueblos de las provincias castellanas y leonesas; así como su papel fundamental en la lucha contra la despoblación.
A la visita han acudido representantes de los ministerios de Industria y Turismo y para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y de la Junta de Castilla y León, entre otros. Durante la misma se ha informado de que los municipios donde está presente este sector de aguas minerales presentan «más elevado nivel de renta y mejor red de servicios básicos». También han realizado una visita guiada por la planta, donde han conocido de cerca los procesos de envasado y los esfuerzos realizados para reducir la huella ambiental, como el uso eficiente del agua.
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«Una fuente vital de riqueza y empleo»
Esta visita institucional no solo ha permitido destacar los avances tecnológicos y sostenibles de la planta de Bezoya, sino también resaltar la importancia de la industria del agua mineral en el fortalecimiento de las comunidades rurales en España, donde existen más de un centenar de plantas envasadoras, distribuidas por toda la geografía nacional. Cerca de la mitad de las mismas están situadas en municipios de menos de 2.000 habitantes, “que se han convertido en una fuente vital de riqueza y empleo para esas localidades”, destacaron.
Tal y como señala el informe Importancia del sector de aguas minerales en el dinamismo económico del medio rural, promovido por Aneabe en colaboración con la consultora Afi, durante la última década, los municipios de menos de 5.000 habitantes que cuentan con una planta envasadora han mostrado una tasa de creación de empleo 7,3 puntos porcentuales más alta que en otras áreas de similar tamaño que no desarrollan esta actividad. Así, en un contexto donde ocho de cada diez municipios españoles de menos de 5.000 habitantes han perdido población en la última década, “el sector de las aguas minerales emerge como un generador de oportunidades en la España rural”, señalaron desde la Asociación.