El Congreso de los Diputados aprobó esta mañana la Proposición no de Ley presenta por la diputada socialista por Palencia, Mª Luz Martínez Seijo, y el diputado cántabro, Pedro Casares, para impulsar la declaración del arte Románico Palentino como Patrimonio de la Humanidad. La iniciativa tenía como objetivo el reconocimiento por parte de la Cámara Baja de su importancia cultural e instar al Gobierno a impulsar la candidatura del Románico Palentino para su declaración como Patrimonio de la Unesco.
En el transcurso del debate, que contó en la votación posterior con las abstenciones de VOX, ERC y Bildu, se propuso por parte del Partido Popular una enmienda que fue rechazada al tratar de imponer al Estado una competencia que tiene atribuida la Junta de Castilla y León como es el mantenimiento de su patrimonio.
La propia diputada palentina reconocía en la Comisión que «no se trata de un proceso fácil, porque los requisitos que exige el Comité de Patrimonio Mundial son complicados y lógicamente exigentes, pero indudablemente el reconocimiento solicitado se hace patente en un testimonio de valor considerable, en este caso de arte monumental».
Martínez Seijo recordó a sus señorías que el Norte de Palencia engloba la mayor concentración de iglesias románicas de Europa y se ve ampliada con monumentos del Sur de la provincia de Santander y del Norte de Burgos, por tanto, afecta a dos comunidades autónomas, Castilla y León y Cantabria, lo que añade valor a esta candidatura.
Añadió que se trata de cientos de iglesias dispersas en pequeños pueblos representativos de la situación general y compartida con otras provincias que representan la España despoblada. Muchas de estas iglesias están semi abandonadas y se han podido mantener gracias a la contribución de los pobladores de la Montaña Palentina durante siglos, apuntó.
La candidatura del Románico Palentino como Bien Cultural cumple los seis criterios exigidos por el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco para ser incluido en la Lista del Patrimonio Mundial como Conjunto, si bien, se sigue a la espera de que la Junta de Castilla y León cumpla con el acuerdo aprobado en las Cortes hace dos años de presentar la candidatura siguiendo el procedimiento establecido, al igual que se debe acordar en el Consejo de Patrimonio Histórico.