El rendimiento académico de los universitarios de Castilla León se situó en 2022 en los mismos niveles a los de antes de la pandemia del COVID-19 tras dos cursos en que las notas se hincharon. De esta manera, los alumnos de la Comunidad lograron una tasa de rendimiento del 80,9 por ciento, lo que supone que aprobaron ocho de cada diez créditos matriculados. Es el mismo porcentaje que el contabilizado en 2019 e inferior al índice registrado entre los estudiantes en 2021 (82,7 por ciento) y, sobre todo, en 2020 (86,5 por ciento). En todo caso, el rendimiento de los alumnos de grado de Castilla y León está 3,5 puntos por encima de la media nacional (77,4 por ciento).
La suspensión de la actividad educativa presencial con el cierre de todos los centros en marzo de 2020 por la crisis sanitaria y el paso a la enseñanza ‘on line’ fue una situación excepcional y las autoridades académicas flexibilizaron los estándares y criterios de evaluación y promoción, con el objetivo de que ningún alumno se quedara atrás mientras durara la pandemia. Una vez superada, se retomó el nivel en los exámenes, lo que generó volver a niveles similares a la prepandemia.
Según los datos del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, consultados por la Agencia Ical, las diferencias en la tasa de rendimiento fueron más palpables entre los alumnos de las universidades públicas, donde la relación de créditos aprobados pasó del 79,8 por ciento en 2019 al 85,5 por ciento en el curso del confinamiento, aunque luego bajó al 81 por ciento en el curso 2021 y se situó, de nuevo, en el 79,3 por ciento. En el caso de las instituciones privadas, la tasa subió del 85,1 al 89,9 por ciento en el primer curso de la pandemia y se quedó el año pasado en el 86,2 por ciento.
Por el contrario, la relación entre el número de créditos superados y los matriculados no se ha recuperado tras la pandemia en la universidad no presencial, que el curso anterior fue del 73 por ciento, cinco puntos menos que antes de la pandemia.
En el conjunto de grados en la Comunidad, en el curso 2021-2022, el 11,3 por ciento de los créditos matriculados lo son en segunda o sucesivas matrículas, cifra que ha descendido dos puntos porcentuales sobre el curso anterior (9,4 por ciento). Los ámbitos de ingeniería, industria y construcción (20,5 por ciento); agricultura, ganadería, silvicultura, pesca y veterinaria (20,3 por ciento); ciencias físicas, químicas y geológicas (19,9 por ciento) e informática (17,9 por ciento) son los que tienen mayor porcentaje de créditos matriculados más de una vez, lo que implica menores tasas de idoneidad y graduación en estos ámbitos.
Por el contrario, en educación (5,6 por ciento) y salud; ciencias sociales, periodismo y documentación (7,6 por ciento) y servicios sociales (8,1 por ciento) tienen un menor porcentaje de créditos matriculados más de una vez.
Abandono de los estudios
Por otro lado, la tasa de abandono del estudio el primer año en las universidades de Castilla y León, es decir, el número de estudiantes de nuevo ingreso en el curso 2019-2020 en una titulación que no vuelven a matricularse el curso siguiente ni en el posterior fue del 14,1 por ciento (18,7 por ciento en España). Bajó hasta el 13,9 por ciento si solo se tienen en cuenta las universidades presenciales, lo que supone entre 4,5 y 4,8 puntos menos que el año anterior (18,6 y 18,7 por ciento, respectivamente).
En la tasa de abandono en universidades presenciales, realizando un seguimiento después de tres años por comunidades autónomas, se observan notables variaciones entre los mayores niveles de Canarias (20,5 por ciento) y de Baleares (20,4 por ciento) o el 13 por ciento en Aragón o el 13,9 por ciento en Castilla y León. En todo caso, lejos de los más reducidos como Madrid (10,8 por ciento), País Vasco (11,8 por ciento) y Extremadura (11,9 por ciento).