El rector de la Universidad de Valladolid, Marcos Sacristán, defendió hoy en Segovia el papel de la enseñanza y la cultura para transmitir y reforzar los valores de la Unión Europea en la búsqueda de “una realidad política más comunitaria y coherente”. “Sin ánimo de ‘eurocentrismo’, ayudando a que los valores que han nacido en Europa se hagan patrimonio de la humanidad”, destacó durante la inauguración del II Encuentro con La Sorbona.
Historiadores y escritores de Suecia y España, así como profesores de las universidades de las La Sorbona (París), Linköping, Valladolid y la Complutense participaron en esta cita bajo el título ‘El valor de la cultura y la cultura de los valores’, organizada por la Fundación Valsaín, el departamento de Literatura Escandinava de La Sorbona y el campus María Zambrano de Segovia.
Sacristán recordó que el Viejo Continente está de actualidad por las elecciones de mayo, “pero con independencia de la coyuntura, Europa sigue siendo la otra mitad de la identidad de los españoles, como la de los suecos y de cualquiera de los estados que forman parte de la Unión”, añadió en declaraciones recogidas por Ical. Y en el refuerzo de tal identidad consideró que juegan un papel clave la educación y la enseñanza como medios para llegar a los ciudadanos desde su infancia, “cuando la persona es más receptiva”, de cara a la difusión de “valores que en principio han sido acuñados en Europa, pero que en buena parte son universales”.
La embajadora de Suecia en España, Cecilia Julin, por su parte, aunque subrayó que no quería hablar de “una crisis de valores”, advirtió que los que sustentan la Unión Europea están “un poco bajo amenaza” por varios frentes. Lamentó la aparición y el crecimiento de “partidos populistas con mensajes muy racistas, xenófobos” en unos años en los que los estados miembro “han dedicado mucha atención a la crisis económica”.
“Hemos hablado mucho de la unión bancaria, cosas de moneda, nos hemos dedicado a rescatar países o sectores en crisis… Son fantásticas muestras de colaboración y solidaridad dentro de la Unión, pero los nuevos mensajes (de los partidos “populistas”) son muy preocupantes”, prosiguió la embajadora sueca. “Y no sólo está pasando en países en crisis, no sólo en Grecia, sino también en Suecia o Países Bajos”, añadió como ejemplos.
Libre circulación
En este contexto, Julin alertó sobre los gobiernos que están “alejando” a sus países de los principios democráticos como el de la libre circulación de personas, “un valor fundamental para la idea de una Europa libre y unida”. Así, recordó que en 2004 asistió en Eslovaquia al ingreso de ocho países comunistas en la UE, para cuyos habitantes supuso “una alegría poder viajar, estudiar y buscar trabajo en la Europa Occidental”. Sin embargo, “qué desilusión para muchos de ellos encontrarse con actitudes muy negativas a este desplazamiento libre”, afirmó sin llegar a apuntar a ningún estado en concreto.
En el acto de inauguración también intervino el director del departamento de Literatura Escandinava de La Sorbona, Sylvain Briens, para quien “Europa puede salir de la crisis si pone en el centro de su proyecto la cultura, clave para construir una Europa con valores”; y la Universidad, como la “institución de excelencia para el pueblo”.
En similar línea se expresó el director de la Fundación Valsaín, Álvaro Gil Robles, quien en declaraciones a la prensa pidió “la misma humanidad y respeto” para los inmigrantes de hoy que pedían los españoles décadas atrás, cuando se encontraron en la misma situación. O como resumió el alcalde de La Granja, José Luis Vázquez, “conciencia humanista para lograr un mundo diferente en el que todos quepamos”, y en el que “los dirigentes no sigamos priorizando los criterios económicos a los valores”.