El Grupo Parlamentario Socialista en las Cortes denunció hoy que la sanidad pública de Castilla y León está «desbordada y colapsada» con un total de 37.000 pacientes en lista de espera para ser intervenido, lo que significa un aumento de 12.000 ciudadanos en relación al año pasado. Unas cifras que se disparan en determinadas provincias, como ocurre con Palencia, con un crecimiento de la lista de espera en un 113 por ciento respecto a junio de 2020, seguido por el Clínico de Valladolid un 95 por ciento, Segovia con un 75 por ciento o en el Bierzo, con un 60 por ciento.
Durante una comparecencia en la que analizaron estos datos, el coordinador de Sanidad del Grupo Parlamentario Socialista, Diego Moreno, señaló a la Agencia Ical que la demora que sufren los ciudadanos de Castilla y León «sigue creciendo día a día y trimestre a trimestre», quien afirmó que «impacta la imagen de felicidad y autocomplacencia de hace unos días entre Mañuceo e Igea en comparación con la realidad sanitaria de la Comunidad. La felicidad del dúo es inversamente proporcional a la de los castellano y leoneses que cada día tienen que sufrir los problemas de la sanidad pública».
Apuntó que «hay que tener la cara muy dura para celebrar un aniversario, ya que Igea entregó los votos de la ilusión al Partido Popular a cambio de poder». Por ello, trasladó que el resultado de la gestión de Gobierno durante estos dos años «está a la vista y, precisamente, no es para tirar cuetes». «Tenemos una sanidad pública desbordada y colapsada, no solo en las listas de espera para ser operado, sino en la situación que sufre la Atención Primaria en las zonas rurales, que han recibido mayor población por la época estival, y se encuentran con mayor debilidad al no recibir el refuerzo», apostilló.
En el caso de pruebas diagnósticas, detalló que la situación es similar, con una subida del 13 por ciento con respecto a junio de 2020, que congrega a 7.000 pacientes más, lo que implica que haya un total de 70.000 ciudadanos que se encuentran a la espera para realizarse una prueba diagnóstica en los hospitales de la Comunidad. También se repite en la lista de espera con los especialistas, ya que hay 25.000 personas más, llegando a un global de 200.000 castellanos y leoneses en listas de espera para ser atendidos por un especialista.
Moreno subrayó que la sanidad pública de Castilla y León «empeora y cada vez hay más pacientes en las listas de espera, pero lo que no se ve es que la Junta ponga ningún recurso público adicional ni refuerzo para evitar lo que está sucediendo». Por ello, aclaró que «detrás de todo esto hay una parasitación del sistema público, como ha ocurrido en otros sectores, ya que no se planifica, no se programa y no se refuerza para ser la excusa perfecta para enviar negocio a la sanidad privada». «Buscan crear el problema para que la solución tenga que pasar obligatoriamente por la atención sanitaria privada», agregó.
Humildad y sentido común
Por su parte, la viceportavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Virginia Barcones, destacó a Ical que, además de las listas de espera, se suma «el tapón que están ocasionando con la falta de presencialidad de las consultas en la Atención Primaria, ya que hay muchas patologías que no están siendo diagnosticadas por falta de esta presencialidad, por lo que ni estos datos tan dramáticos son fiel reflejo del momento en el que se encuentran el resto de patologías».
«En esta quinta ola volvemos a encabezar la incidencia, por lo que podemos llegar a la conclusión de que están destrozando la sanidad en Castilla y León y haciendo una pésima gestión, tanto de las patologías generales como la gestión del propio covid». De esa forma, pidió «humildad para rectificar y sentido común y responsabilidad a la hora de tomar las medidas».
«Hemos sido la oposición más leal a los vecinos desde que empezó la pandemia y hemos hecho muchas propuestas con las que diversas circunstancias actuales no se hubieran producido si las hubieran escuchado y atendido al resto de agentes y colectivos». Y es que, las cosas «van fatal en Castilla y León, ya sea con las listas de espera o con los datos del COVID-19», puntualizó la socialista.
En ese sentido, afirmó que Castilla y León es la segunda comunidad autónoma que menos tanto por ciento de jóvenes tiene, pero es la tercera comunidad en mayor incidencia en estos momentos en ese grupo de edad. Una circunstancia que «se explica porque se sigue con los consultorios locales cerrados, sin presencialidad en las consultas, careciendo de rastreadores o porque no se ha reforzado la Atención Primaria». Algo que ya se pidió hace un año, comentó, dado que el PSOE cifró en 250 millones el refuerzo necesario para la sanidad, un montante que «había enviado el Gobierno de España, pero el señor Mañueco y el PP decidieron tener superávit y no ejecutar el dinero para reforzar la sanidad», sentenció Barcones.