El precioso torno de hilar antiguo, de la primera mitad del siglo XX, procedente de Sepúlveda, se ha convertido en la ‘pieza del mes’ en el Museo de Segovia.
Torno de hilar
Esta rueda de hilar está compuesta por un armazón de madera sustentado sobre cuatro patas, en los extremos, y atravesando dos elementos de madera, se dispone el huso horizontalmente.
En uno de los lados se encuentra la gran rueda de madera con borde acanalado, que giraba por acción de una manivela que se manejaba con una mano, mientras la otra se empleaba en aparejar la lana.
El pasado de Segovia en el comercio de lana
Aunque la rueda de hilar expuesta en el Museo de Segovia es de fabricación relativamente reciente, sirve como ejemplo de la importancia que adquirió el uso de este utensilio en la provincia de Segovia, durante los siglos XIII y XIV, cuando la producción y el comercio de lana eran la principal fuente riqueza en el Reino de Castilla.
Esta importante actividad industrial se sustentaba en una inmensa cabaña de ovejas merinas trashumantes que producía una lana finísima, por lo que la fabricación de paños segovianos adquirió fama en todo el Reino durante el siglo XIII, exportándose una parte importante hacia los mercados europeos. La prosperidad y relevancia de esta producción industrial, con sus altibajos, se mantuvo en el tiempo hasta llegado el siglo XIX y la Guerra de Independencia, punto a partir del cual el sector pañero fue entrando en franco declive.
Sin embargo, la crisis de la pañería segoviana no supuso que tal actividad desapareciera, se mantuvo, pero manteniendo un perfil marcadamente regional y doméstico.
Hilanderas en Segovia
La operación de hilado de la lana se realizaba en los pueblos cercanos a la capital y era una labor llevada a cabo por mujeres, las conocidas hilanderas.
El hilado fue una de las primeras funciones en mecanizarse en la producción textil, adaptando fácilmente los tornos a la aplicación de nuevas fuentes de energía como la hidráulica o le vapor
Tecnología que llegó de China
Los orígenes del torno para hilar lana se remontan hasta aproximadamente el 3.000 a. C, momento en el que el uso de la rueda de hilar es documentada por primera vez en China, aunque en este caso era empleada para la obtención de la fibra de la seda.
La adopción del torno de hilar, en contraposición con el hilado a mano con hueso y rueca, se constata en la India alrededor del siglo V a. C. No será hasta llegados los siglos XIII y XIV cuando este instrumento llega a Europa. Serán Francia e Italia los primeros lugares en los que se observa el empleo de esta tecnología, que significaba una evidente mejora en términos de productividad.
Los visitantes pueden contemplar la ‘pieza del mes’ dentro del horario del museo: de martes a sábado, de 10.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas; y los domingos, de 10.00 a 14.00 horas.