La proximidad de las elecciones autonómicas comienza ya a mover la maquinaria de los partidos, y las promesas electorales empiezan a ocupar un lugar central en el discurso político, especialmente en cuestiones que afectan directamente al bolsillo de los ciudadanos.

En este contexto, el consejero de Movilidad y Transformación Digital, José Luis Sanz Merino, aseguró este miércoles que si Alfonso Fernández Mañueco vuelve a ser elegido presidente de la Junta, el Gobierno autonómico aprobará medidas para aliviar el gasto que supone el pago de peajes en las autopistas que atraviesan Castilla y León.

La promesa afecta a las vías AP-51, AP-61, AP-6, AP-66 y AP-71, infraestructuras clave para la conexión de la Comunidad con Madrid y otros territorios limítrofes. Sanz Merino realizó estas declaraciones durante una visita a las obras de la travesía de Fuenterrebollo, en la provincia de Segovia.

El consejero rechazó la inequidad territorial que, a su juicio, sufre Castilla y León como consecuencia de las políticas del Gobierno central. En este sentido, lamentó que el Congreso rechazara recientemente las propuestas del PP en la Comisión de Transportes, mientras se garantizaba la gratuidad indefinida del peaje de la AP-7 en Alicante.

Sanz Merino consideró que se perdió una estupenda ocasión para poner de manifiesto la situación discriminatoria que, según señaló, padece la Comunidad desde hace demasiados años, y recordó que la Junta ya había previsto ayudas al pago de peajes en el proyecto de Presupuestos Generales de la Comunidad para 2026, finalmente rechazados por la oposición en las Cortes.

De cara a un próximo mandato, el responsable autonómico confió en que, si Mañueco renueva la confianza del electorado, se pueda poner en marcha una medida dirigida a usuarios recurrentes y a quienes tengan domiciliado el impuesto de circulación en municipios de Castilla y León, con el objetivo de compensar el sobrecoste que supone el uso habitual de estas autopistas.

Sanz Merino aseguró que la Junta no ceja en el empeño y confía en poder poner en marcha esta medida para aliviar el gasto y evitar que Castilla y León siga discriminada en el acceso a uno de los principales polos de atracción, como es Madrid, una facilidad de la que sí disfrutan ciudadanos de provincias como Toledo, Guadalajara o Cuenca.