Para el Grupo Municipal Popular (GMP) el anuncio del cierre de la estación de autobuses por no poder asumir la gestión directa de la misma, no es más que una irresponsabilidad por parte del Alcalde de Segovia, un reflejo de su carácter arrogante y de su falta de diálogo con otras administraciones, que al final, a lo único que nos ha llevado ha sido a una nueva encrucijada para los segovianos que afecta a un servicio fundamental y básico.
En lugar de intentar resolver el asunto directamente, con diálogo y conversaciones, el Partido Popular de Segovia afirma que «el sr. Arahuetes, sin encomendarse a nadie, promovió un proyecto de adaptación de la misma y llevó a cabo una importante remodelación de la actual ‘estación de autobuses’ que duró más de dos años y costó casi 2 millones de euros, y aún así, no se pudieron homologar las instalaciones, judicializando todo lo relacionado con la estación de autobuses, enfrentándose con los vecinos y las empresas de transporte y dejando tras de sí un reguero de sentencias desfavorables con el consiguiente y excesivo coste para todos los segovianos».
«Años perdidos», califica el PP a esa etapa en la que, «sabiendo que la estación de autobuses no era tal, sino una terminal de viajeros, según la Ley de Ordenación del Transporte (1987), no sólo sacó un concurso público para la gestión de la misma sino que modificó las ordenanzas fiscales para cobrar unas tasas que al final una sentencia dejó claro que no se podían cobrar».
Las «erróneas» decisiones tomadas por el que todavía es alcalde de Segovia, «sus graves decisiones en la gestión de lo público», dejan para el grupo popular «una pesada carga que tendrá que resolver quien asuma la responsabilidad del ayuntamiento el próximo día 5 de abril y que presumible y paradójicamente pueda ser, quien ha sido corresponsable en todas y cada una de las decisiones».