El grupo operativo Go-ResinLab impulsa una red de territorios de experimentación participativa para crear innovación dentro del sector de la resina natural, de la mano de los todos los agentes implicados y muy conectados con el territorio. Castilla y León, en Soria, Segovia y León, Castilla-La Mancha y Extremadura trabajan de la mano por un sector para ser más profesional y apostar por la mecanización de la extracción.
Con una inversión de medio millón de euros de Fondos Europeos y con la coordinación de Cesefor, tienen hasta abril de 2023 para completar sus objetivos y demostrar que estamos ante una alternativa natural, que ambiental y económicamente cada vez es más interesante para sustituir a los derivados del petróleo.
La coordinadora del proyecto Go-ResinLab, Aída Rodríguez, explica que son un grupo operativo, ponen en marcha proyectos financiados a través de los Fondos Feder y la Administración General del Estado, pero tiene la peculiaridad de tener representación en más de una comunidad autónoma. “En ResinLab estamos Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura, hay socios de las tres comunidades”, indica.
Llevan casi un año de trabajo, de los dos que componen el proyecto, que culminará en abril de 2023. Destaca el territorio pero también la implicación del sector resinero. “Dentro de lo socios tenemos una representación completa de lo que sería la cadena de valor de la resina. Desde la industria, pasando por asociaciones de resineros, centros tecnológicos, universidades y grupo de Acción Local”, detalla Aída Rodríguez.
La Fundación Cesefor, con sede en Soria, es el socio coordinador del proyecto, y es que Castilla y León tiene muchos motivos para llevar la voz cantante en ResinLab. “Presupuestariamente, Castilla y León tiene cerca del doble que el resto de las comunidades porque, por un lado, la coordinación está aquí y, por otro lado, como territorio es el modelo. Entre el 80 y el 90 por ciento de la actividad resinera de España está en Castilla y León”, analiza su responsable.
Entre los implicados en esta Comunidad, se encuentran la Cooperativa Pinaster de León, la Asociación de Propietarios Forestales de Castilla y León o Duresa Resina, que está en Madrid, pero su territorio de actuación está aquí.
La primera idea a remarcar, lo que les hace diferentes es que “no vamos a ir nosotros con las soluciones”, sentencia Aída Rodríguez, “sino que vamos a ir con las preguntas, para saber cuáles son las necesidades e intentar desde ahí implementar innovación, respuestas y soluciones. Tiene ese carácter”. Es lo que le hace más novedoso pero también es lo más difícil porque requiere “la participación de las personas que están trabajando dentro de este sector”, resume. Estamos ante un proyecto de investigación con “una parte muy potente de participación de los agentes”.
Durante todos estos meses, desde mediados de 2021, ha mantenido reuniones y encuentros con resineros de todos los territorios implicados en las tres comunidades autónomas. En el caso de Castilla y León, en las provincias de Segovia, Soria y León.
Además, en agosto de 2021 se metieron de lleno en la levantamiento y señalización de las parcelas de estudio del Grupo Operativo ResinLab. En cada zona de estudio de pinares resinales de Pinus pinaster, en las provincias de León, Soria, Segovia, Cáceres y Cuenca, se señalizaron 390 pies por parcela, distribuidos en tres grupos para identificar el efecto de dos tratamientos de resinación y de empleo de una pasta estimulante.
Para Aída Rodríguez, otro componente esencia es “bajarlo al territorio a través de lo que conocen como Living-Lab”. Son los lugares donde se interactúa directamente con los agentes y donde están las parcelas de ensayo. Hay Living-Labs, en los pueblos sorianos de Almazán, Quintana Redonda y Tardelcuende; en las localidades segovianas de Cuéllar y Nieva, y en varios municipios leoneses como Tabuyo del Monte y Villaviciosa de la Ribera.
También hay parcelas de ensayo en Extremadura, concretamente en Gata (Cáceres) y Siberia (Badajoz), y en Castilla-La Mancha, en Cobeta (Guadalajara) y Huerta del Marquesado (Cuenca). En estas parcelas ya se trabajó en la anterior campaña de la resina y también se hará en ésta.
Materia prima natural
“Hay que tener en cuenta que la resina natural, obtenida de pinares, es una materia prima renovable de la que en España somos claramente importadores. Podríamos consumir claramente más del doble o el triple de lo que estamos produciendo, hay mercado para que entre”, resume. Hay mucho campo de mejora por delante.
Además, señala Aída Rodríguez, el principal competidor de la resina son los hidrocarburos de petroleo. El contexto actual pone de manifiesto los problemas, además del impacto ambiental, tener una economía dependiente de derivados del petróleo.
La responsable de Go-ResinLab reconoce que, hasta ahora, es más barato trabajar con una resina de hidrocarburo que con una natural, pero hay que matizar que “a medio plazo puede que esto deje de ser así”. Para Rodríguez, estamos ante una materia que “necesitamos” y que “ambientalmente y económicamente cada vez es más interesante para sustituir lo que viene de petróleo por esta alternativa natural”.
Tres objetivos
Los encuentros y reuniones con los agentes del sector resinero con Go-ResinLab tiene mucho que ver con el primero de los objetivos: profesionalizar el oficio del resinero. Son los resineros de estos lugares los que toman la palabra para que puedan saber cuáles son sus necesidades, los problemas a los que tienen que hacer frente. También, señala Aída Rodríguez, “si necesitan formación, herramientas nuevas, las dificultades que tienen en la práctica del trabajo, por qué se abandona o por qué no hay más resineros”.
De esta manera, van identificando cada territorio donde están presentes e ir dando respuestas. “En Soria, hay interés en hacer una asociación regional, pues vamos a dinamizar para que se cree esa asociación. También se ha visto que hay problemas con la remasa, e intentaremos facilitar el acceso al mecanizado de la remasa”, explica la responsable de Go-ResinLab.
Las parcelas de ensayo, los Living-Labs, abordan el segundo objetivo: la mecanización de la extracción. La resina natura se extrae de forma manual, con una pica y una escoda. Desde hace un par de años, existen experiencias con mecanización. “Hemos eligido uno de los métodos que se estaban probando con un taladro haciendo unas picas circulares”, detalla.
En las ocho parcelas de ensayo, con 400 árboles en cada una, se ha trabajado de este modo, con las picas circulares tanto en la campaña pasada y como en la actual, con el objetivo de ver la comparativa con la extración manual. Parámetros como si es más rentable o no, si da más o menos problema a las plantas.
En tercer lugar, se trabaja para construir un Observatorio de Datos, como herramienta para la futura gestión e inversión en el sector resinero. Un sector en el que se arrastra problemas de transparencia y trazabilidad, según la responsable de ResinLab, porque en estos sectores forestales y maderables, no se conocen muy bien los números.