El obispo de Segovia, César Franco, está ingresado en un hospital de Madrid para recibir un tratamiento de antibióticos por vía intravenosa, así como hacer un seguimiento constante y cercano de la evolución de la fiebre, que lleva padeciendo desde hace unos días, informa Ical.
“Don César quiere transmitir a sus diocesanos un mensaje de tranquilidad, pues se encuentra bien, y lamenta que este contratiempo tenga lugar, precisamente, en estos días de Semana Santa que hubiese deseado celebrar con sus fieles en la Catedral”, según trasladó la Diócesis en un comunicado.
Desde la Diócesis explicaron que el obispo se sometió a una prueba de COVID-19 que dio negativo pero seguía presentando décimas de fiebre y tenía “escasa respuesta a los antibióticos orales”, por lo que su médico consideró conveniente proceder a su ingreso en el mismo hospital de Madrid donde fue tratado durante su convalecencia por intoxicación. El obispo de Segovia estuvo enfermo en el verano de 2019 por un problema en la vesícula, del que se recupero.
César Franco, a través del comunicado, mostró “su ánimo y esperanza para poder reincorporarse lo antes posible a sus tareas pastorales”. La Diócesis de Segovia pidió que se respete “la intimidad y el descanso de nuestro obispo durante los próximos días” y se informará de la evolución de su salud “cuando sea oportuno”. César Franco tiene 72 años de edad y tomó posesión como obispo de Segovia en diciembre de 2014.