Hallado con vida Antonio

Mensaje íntegro de la familia de Antonio Barrio:

GRATITUD POR EL RESCATE DE NUESTRO PADRE

¡Gracias! Es la palabra que queremos decir a todos los que nos habéis acompañado estos días en la búsqueda de nuestro padre, de unas maneras o de otras, con vuestro ánimo y mejores deseos, con vuestra presencia y esfuerzo, con vuestra oración, con vuestro tiempo. Pero la palabra “gracias” se nos queda muy pequeña, comparada con el profundo sentimiento que vivimos dentro, y que ahora nos ensancha el corazón.

Las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, Policía Nacional, Policía Local, Centro de Coordinación de Emergencias, 112, Bomberos de Segovia, Protección Civil, Cruz Roja, agentes judiciales de Segovia (tenemos miedo de olvidar alguno) actúan en equipo, pero nuestro agradecimiento sí tiene caras concretas, actitudes profesionales y vocacionales concretas. Su caminar y rastrear, su modo de entenderse unos cuerpos con otros y de organizar un dispositivo tan completo, el más completo; su conocimiento de la manera de
llevar a cabo un rescate; su trabajar de noche, bajo la incertidumbre, más allá de lo que aguantamos los familiares ya tocados, cuando el tiempo se convierte en el factor clave para salvar una vida… Todo eso tiene detrás personas con nombre y apellido a las que quisiéramos dar las gracias uno a uno, de corazón. Al menos, quede este testimonio que enviamos. Profesionalidad, cercanía y actitudes positivas. Vocación, pasión por hacer lo que se debe hacer de la mejor forma posible, y con el objetivo principal: servir y ayudar a los demás en lo que necesitamos en cada momento.

Por si no supiéramos lo que tenemos en este país, en estas ocasiones (en otras, la rutina provoca que pasen desapercibidos), se percibe la fuerza positiva del Estado y su organización humana. Y de nuevo, la palabra y el sentimiento único solo puede ser la gratitud. Ojalá este desenlace feliz les aporte mucha energía a todos esos
profesionales, para compensar cuando las situaciones son desagradables, comprometidas y trágicas al final.

Cada uno con su tiempo y esfuerzo entregados, con su mensaje de ánimo, o con su oración, con sus ideas y medios cada uno, ha habido muchas personas muy cerca de nosotros estos días, además de los profesionales, en la misma lucha. Voluntarios que deciden en un instante estar, aportar, ofrecer: amigos de los grupos de montaña “Aguacero” y Areva (Valsaín); de la parroquia de San Lorenzo (cofradía, coro, feligreses); de la Parroquia de El Sotillo y de Hontanares de Eresma; del claustro de profesores, y un grupo de alumnos y alumnas de 2º de Bachillerato del Claret; compañeros de la Subdelegación del Gobierno y personal de la Uva; miembros de la Tuna de Magisterio Segovia; Nordic Walking Segovia; sacerdotes de la Diócesis y el Sr. Obispo, los PP. Carmelitas; los amigos de cada hermano, la familia más próxima (y todos los que nos dejamos, seguro). Todas y cada una de las personas han tenido que ver con el desenlace feliz de esta historia entrañable.

Ya fue un milagro el que tanta gente se ofreciera ayer todo el día, toda la tarde y mucha noche, generosamente, al rastreo concienzudo y sistemático. Ya era un regalo maravilloso el de la unión en la misma meta, con paciencia y bajo el sol afilado de tormenta, por los cantiles, por los caminos, por los trigales…:¡qué buena cosecha de esperanza y solidaridad!

Estaríamos escribiendo este comunicado, aunque el desenlace de los hechos hubiera sido distinto, y la historia hubiera acabado mal para nuestro padre y para nosotros. Porque el primer milagro ha sido, y lo es siempre, es el de las personas y su solidaridad. El agradecimiento sería el mismo, igual de sincero y afectivo, para siempre guardado en lo más profundo de cada uno de nosotros. Lo que pasa es que ahora, con nuestro padre sano y salvo, además lo podemos sentir y decir con alegría completa.

¡¡¡GRACIAS!!!