El miércoles 23 de junio, en la sala del Centro Cívico el Carmen, Carlos Taibo presentó su libro «Iberia Vaciada. Despoblación, decrecimiento, colapso», en un acto organizado por el Foro Social de Segovia.
La introducción corrió a cargo de Jesús Pastor, quien agradeció a Taibo su presencia en Segovia una vez más y resaltó la capacidad del autor de organizar sus libros y discursos con una estructura impecable, didáctica y fácilmente comprensible para sus lectores y audiencias.
La exposición comenzó aclarando que el término «Iberia» engloba, lógicamente, a la situación de España y de Portugal, similar en muchos aspectos. Y que «vaciada» hace referencia no solamente a la despoblación, sino también a la falta de infraestructuras, comunicaciones, sanidad y educación en las adecuadas condiciones y a otros muchos factores. En España se produce en la que denomina Serranía Celtibérica: en amplias zonas de ambas Castillas, Extremadura, Galicia, Aragón… en Portugal en la zona de interior, siendo más acusada cuanto más alejada de la costa.
Los términos «decrecimiento» y «colapso», también presentes en el título, profundizan en el concepto de la existencia de unos recursos limitados, que lógicamente no hacen posible un crecimiento ilimitado, situando hoy la huella ecológica en 3.0 (en la Iberia vaciada sería necesario un territorio tres veces mayor para soportar el consumo de recursos y la producción de desechos actual). Y para combatir o al menos minimizar las consecuencias del colapso, entendido como crisis irreversible, se plantea la posibilidad de recuperar la vida social, el ocio creativo, el reparto del trabajo, la reducción de emisiones y una sobriedad y sencillez voluntarias. En resumen: un decrecimiento consciente y voluntario, con apoyo mutuo, libertario, autogestionado y antipatriarcal.
Pese a ello hay aspectos positivos en la Iberia vaciada que aun se está a tiempo de preservar y potenciar, que la colocan en una posición de ventaja frente a grandes aglomeraciones humanas: los conocimientos ancestrales y de viejos campesinos, un coste de vida y de vivienda menor, ecología en menor grado de deterioro, energías renovables más cercanas, mayor autosuficiencia y vida tranquila, rasgos de democracia de base (concejos abiertos, bienes comunales, gestión de bosques y aguas más cercana a los habitantes…) y menor dependencia tecnológica. Aunque para hacer valer estas supuestas ventajas es necesario un planteamiento general de decrecimiento voluntario y aceptado, alejándose de los riesgos de reproducir el modo de vida de las grandes ciudades, de la implantación del teletrabajo, de éxodos masivos de la ciudad al campo, de macroempresas que, por otra parte, ni dan tanto trabajo local, ni hay suficientes para todas las localidades.
Como conclusiones el libro plantea algunos puntos de gran interés:
- Probablemente no sea posible evitar el colapso, pero, según hemos visto, sí es posible postergarlo y mitigar sus consecuencias.
- El trabajo después del colapso será, a buen seguro, más duro, pero posiblemente el escenario sea más alagüeño (sin grandes trasnacionales, ni patronos plenipotenciarios…).
- Hay que ser consciente de la estrategia de ciertos poderes de evitar que la población en general nos hagamos preguntas, la más importante de todas es: ¿nos interesa conservar la situación que hemos conseguido actualmente?
- Aunque el planteamiento del libro admite una visión pesimista, también hay otra más optimista, que pasa por la toma de conciencia generalizada del colapso, la creación de grupos de apoyo, volver la vista a países del Sur y a soluciones colectivas y modos de vida eficaces, menos capitalistas ya experimentados con éxito.
- Huir de los que se denominan «proyectos realistas», que impiden la búsqueda de otras soluciones fuera del marco establecido, más corales, colectivas y cooperativas.
Tras la exposición de Carlos Taibo, agradecida por el público asistente con un caluroso aplauso, se abrió un turno de intervenciones y preguntas en el que se trataron aspectos como el teletrabajo, la implantación de macroinstalaciones de energías renovables, la pérdida de calidad de la sanidad y la educación en la Iberia vaciada, la compra online, la modificación de hábitos y de modo de vida… Jesús Pastor, como moderador, cerró el acto agradeciendo una vez más a Carlos Taibo su presencia y sus reflexiones.