El incendio que, desde el viernes, afecta a los términos municipales de Navafría y Torre Val de San Pedro ha afectado, hasta el momento, una superficie de 980 hectáreas.

El delegado territorial de la Junta en Segovia, José Mazarías, confió hoy en poder darlo por controlado: «A lo largo del día seguramente pueda estar controlado, después de una noche menos tranquila de lo que pensábamos ayer».

Noche complicada

Mazarías, que se sumó a los minutos de silencio en recuerdo del brigadista y el pastor fallecido en el incendio de Zamora, detalló que «por la mañana salían del monte cortinas de humo que ayer no había, debido a que el viento volvió a avivarlas por la noche».

El delegado territorial remarcó que tienen en la zona los medios suficientes que están centrando el volver a intentar “definitivamente dejarlo como controlado”.

Medios

Los medios que están a pie del terreno son: dos técnicos, cuatro agentes medioambientales, dos autobombas, dos cuadrillas terrestres y el helicóptero que inició su actividad a primera hora de la mañana para refrescar esos puntos calientes que se reavivaron por la noche.

Además, sobre las causas que originaron el incendio, Mazarías detalló: «La investigación sigue en curso, todavía no tenemos el informe de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales».

Climatología

El delegado territorial sostuvo también que la previsión mejora de cara a las próximas horas: «Climatológicamente hablando tenemos picos de temperatura pero no tan altos como estos días de atrás”.

Se calcula que la superficie afectada ronda las 980 hectáreas, 300 son de zona arbolada de pino, 400 de árboles de la dehesa y el resto zona de pasto.

Agradecimientos

José Mazarías alabó y agradeció el trabajo de todos los operarios, brigadistas que han actuado y siguen actuando en el incendio: «actuación heroica la de estos trabajadores que sin tener ningún miedo y no poner nada por delante, se van a extinguir incendios muy difíciles por la situación climatológica».

También, quiso agradecer a los profesionales del campo, ganaderos, vecinos, alcaldes que se vuelcan en ayudar en todo lo que pueden en las labores de extinción y se convierte en una parte fundamental.

«Era terrible ver cómo el incendio llegaba a las casas pero también era muy alentador que las personas que tenía medios a su alcance, con tractores y arados, los vecinos de los pueblos de alrededor colaboraban y conseguían que el incendio no entrara en la zona urbana», concluyó Mazarías.