Las obras de renovación integral de la calle San Juan han sacado a la luz una bóveda, parcialmente cegada, a la altura del cubo de la muralla medieval localizado hace unas semanas. El hallazgo, remarcaron desde el ayuntamiento, no paraliza las obras pero se retrasarán trabajos concretos como continuar con la instalación del saneamiento hasta que terminen las tareas arqueológicas y se cuente con el visto bueno de la administración regional.
La bóveda está realizada con sillares de caliza, de 2,3 metros de profundidad, 5,4 metros de ancho y 3,4 metros de altura máxima. El descubrimiento tuvo lugar al retirar material constructivo de mampostería, para hacer el nuevo colector, dejando a la vista esta estructura, que “permanecía hueca bajo la calle”.
Según informó el Ayuntamiento de Segovia, en el último tercio del siglo XVII, se produjeron desprendimientos en la puerta de San Juan de la muralla, pero “se desconoce” si también afectó a la roca y al lienzo de la muralla que se apoya en ésta. Lo que sí está documentado es que los daños “fueron importantes y se derribaron varias casas”. Como solución, se hicieron “reparaciones puntuales en la puerta” y una reforma en la calle.
Desde el consistorio señalaron que la bóveda hallada sería de este periodo y su función estaría relacionada “con la contención y nivelación del terreno”, por la afloración de roca caliza que hizo “necesaria una infraestructura de este tipo para alcanzar la cota de la puerta de la muralla medieval”. También estaría datado que el espacio bajo la bóveda era “practicable antes de ser cegada parcialmente a finales del siglo XIX” porque en su interior “hay marcas de uso como fogatas”. El arquitecto Odriozola decidió sellarla y dejarla oculta bajo la calle, pero no se desmantela porque “sigue cumpliendo su función”.
Trabajos arqueológicos
Los trabajos arqueológicos, consensuados con el Servicio Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León, se desarrollarán durante este semana y consistirán en un levantamiento planimétrico completo del alzado, la planta y la sección.
Las obras de la calle San Juan, uno de los principales accesos, al casco historico, permitieron localizar el cubo de la muralla medieval al que se adosaba un muro de mampostería hacia el interior de la calle, identificado como el antiguo pretil de la vía, y paralelo a él, “una línea de bordillo realizado con sillares”, que podría haber sido utilizada desde finales del XVII hasta finales del XIX, cuando Odriozola llevó a cabo la reforma y ensanche de la mitad superior de la cuesta de San Juan, desmontando el arco de la puerta de San Juan, levantado en el año 1705.