La curva sigue en alza y «llegan días, semanas y meses muy duros». Así lo ha asegurado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha comparecido de urgencia reclamando unidad y alertando de posibles medidas, pero sin hablar del toque de queda, que ayer fue aplazado.

Sánchez ha pedido a los ciudadanos que limiten sus movimientos y ha hecho un llamamiento a la disciplina social «nos gusta la vida social pero ahora es un talón de aquiles, es el momento de establecer distancias». «Podemos hacer mucho daño a los que más queremos», ha lamentado el presidente en relación a las reuniones familiares y de amigos, pidiendo que se evitarán al máximo las mismas.

«El enemigo es invisible pero sus consecuencias no», aseguró Sánchez tras considerar «estamos más preparados que en la primera ola».

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