La veleta del ‘gallo’ de la torre de San Esteban podrá volver a girar a merced del viento, desde lo más alto de la torre, de 56 metros, de esta iglesia románica de la ciudad de Segovia, una vez recuperada su función giratoria, en el taller de herrero Elías de Andrés. Los operarios procedieron hoy a colocarla en su sitio sobre un dado de hormigón sólidamente anclado a la estructura de la torre.

Una fuerte tormenta con vientos intensos causó graves daños en la veleta, inclinándola y había un importante riesgo de caída. El párroco de la Santísima Trinidad, Andrés de la Calle, a la que pertenece San Esteban, remarcó que “la torre más bella de Segovia” se quedó sin su elemento más característico porque fue necesario desanclar y bajar la veleta.

En el taller de Elías de Andrés, se emplearon a fondo, durante varios meses, para recuperar y dar una nueva vida a la famosa veleta del ‘gallo’ de San Esteban. Un paso importante, sostuvo Jorge de Andrés, fue cambiar el rodamiento que le impedía hacer su función de veleta, de girar y moverse a merced de viento para indicar en qué dirección sopla.

Jorge de Elías explicó que la veleta está como nueva, tras el proceso de recuperación, en el que se ha apostado por “mantener cuanto más hierro original mejor”, que se notara lo menos posible su intervención, reforzando las partes más débiles.

Además se instaló un pararrayos acorde con la normativa vigente, conectándole a tierra. Mañana seguirán los trabajos de emplomado para asegurar la estructura. Una cigüeña anidó en la torre, retrasando los trabajos de colocación de la veleta previsto para inicios del mes de agosto. Una vez que se marchó, la veleta puede volver a su lugar original.