La Junta Directiva y el Comité Ejecutivo de la Federación Empresarial Segoviana (FES) han acordado por unanimidad conceder la Distinción de FES al Segoviano de Mayor Proyección Empresarial en el Exterior a Onésimo Migueláñez de Miguel, fundador de la empresa Migueláñez, líder en la distribución de productos y artículos de confitería, y miembro fundador de AESE, la Asociación de Empresarios Segovianos en el Exterior.
El objetivo de estos premios es el de reconocer el trabajo de los empresarios y directivos segovianos que alcancen mayor repercusión en el ámbito regional, nacional y/o internacional, por su actividad continuada o por proyectos concretos.
Onésimo Migueláñez de Miguel, natural de Lastras del Pozo, comenzó a los nueve años desempeñando su primer oficio “amasando pan con los pies porque sus manos eran muy pequeñas para hacerlo” allá por los años 50. Ejerció de repartidor de pan por la provincia viajó a Madrid y después del servicio militar comenzó a trabajar como vendedor de caramelos para la empresa Damel. Cinco años después decide dar el salto en solitario y dedicarse a la distribución y venta de caramelos y artículos de confitería por cuenta propia. Con el dinero ahorrado durante esos años y una pequeña ayuda de sus padres compró una furgoneta y un piso que hizo las veces de almacén y vivienda. En esta época conoció a Soledad, hoy su mujer, que regentaba una tienda de ultramarinos en San Cristóbal de los Ángeles. Ambos decidieron unirse y dividir el negocio entre el local de Soledad, que se convierte en pastelería y la distribución de caramelos que Onésimo no sólo no abandona, sino que amplía a provincias limítrofes con Madrid y a casi todo el territorio nacional.
La empresa continuó creciendo y en 1980 nace Migueláñez S.A. gracias a un acuerdo en firme para la distribución de caramelos con una empresa catalana. En ese mismo momento, en pleno centro de la capital, Onésimo montó el primer “Cash&Carry” de productos de confitería en España. El crecimiento de Migueláñez S. A. es espectacular y la empresa llega a emplear a 325 personas en 14 delegaciones. Al principio de la década de los 90 Migueláñez atravesó duros momentos, coincidiendo con la crisis económica que afectaba a todo el país por entonces. Lamentablemente, la compañía no se encontraba en condiciones de responder a esta crisis que merma sus recursos hasta quedar 48 trabajadores y cerrar casi todas las delegaciones. Sin una sola reclamación laboral, hipotecando propiedades e invirtiendo todos sus bienes, Migueláñez salió adelante, gracias también a la fidelidad de algunos empleados, amigos y, sobre todo, de la familia.
Actualmente toda la familia Migueláñez continúa trabajando en la empresa en diferentes responsabilidades. ¿Cuáles son las expectativas de Migueláñez? “Sólo tenemos la sana ambición de continuar lanzando productos de calidad, innovadores, para todos los públicos en nuestros 30.000 puntos de venta nacionales y, poco a poco, empezar a expandirnos internacionalmente, pero sin prisas, porque lo importante es garantizar la excelencia en la calidad.”
El galardonado recibirá la Distinción durante el acto de entrega de los Premios Empresariales FES que se celebrará el día 19 de junio.
Foto: Onésimo Migueláñez de Miguel