El próximo 27 de abril llega a Benidorm Oceanman, el único campeonato internacional de travesías en aguas abiertas, que recorre 16 países y tres continentes. Deporte y solidaridad se dan la mano con la participación del deportista Álvaro Llorente, quien se ha sumado al campeonato de natación en aguas abiertas con un doble objetivo: ganar la prueba de natación y recaudar fondos para los niños de Mozambique.

Álvaro Llorente, deportista amateur, comenzó en el mundo de triatlón hace 5 años, y tras un primer año en el que probó con la corta distancia (Triatlones Olímpicos), se pasó a la media y larga distancia en triatlones, travesías y carreras de ultradistancia a pie. Desde 2016 ha realizado 3 Ironman (3,8km natación – 180 km Bicicleta – 42 km corriendo), además de participar en varios otros retos como la carrera de ultradistancia Madrid-Segovia, el Camino de Santiago corriendo desde Ponferrada hasta Santiago o la primera travesía de media distancia en Navacerrada (5km).

Además de un triatlón distancia half y el campeonato de España de Larga Distancia, Llorente tiene nuevos retos deportivos: “Participar en la Oceanman de Benidorm, en una travesía de 20km en tierras gallegas antes de que termine el año, y para 2020 cruzar a nado el Estrecho de Gibraltar”.

El deportista segoviano se ha sumado a la acción solidaria Reto Gaiato, que reúne a deportistas profesionales y amateurs dispuestos a luchar contra la pobreza, el hambre y la desnutrición de los niños de Mozambique. En este sentido, Llorente ha explicado que “la Oceanman es un reto personal, pero también un reto solidario para mejorar las condiciones de vida de los gaiatos – una palabra que significa “traviesos” y con la que se conoce a los huérfanos mozambiqueños).

Reto Gaiato es una iniciativa solidaria de Grupo Tejedor Lázaro para ofrecer un futuro y unas condiciones de vida dignas a los gaiatos, huérfanos mozambiqueños en alto riesgo de exclusión o vulnerabilidad. Para colaborar en el reto solidario hay que entrar en la web y realizar el donativo. El dinero irá a la Fundación Mozambique Sur, organización sin ánimo de lucro reconocida a nivel internacional por su compromiso y valores, que cuenta con 15 años de experiencia en la protección de colectivos más vulnerables.