El decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Valladolid en Segovia, Andrés Palacios, tomo posesión del cargo que ya ocupaba en funciones con un discurso en el que llamó a “luchar como sea” contra una tasa de reposición de profesores que les “colapsa” y casi les “ahoga”. Según la normativa que empezó a aplicar el Ministerio de Hacienda en 2011, las universidades sólo pueden cubrir el 10 por ciento de las bajas que se producen cada año en sus plantillas fija docentes, “una ley inexorable como la de la gravedad”, según añadió el rector, Daniel Miguel, a pesar de que señaló que tanto a la Junta como al Ministerio de Educación «no les parece bien».
Junto a Miguel estuvieron el vicerrector del campus segoviano, Juan José Garcillán, y la secretaria general de la UVa, Pilar Garcés, quienes participaron en un sencillo acto en el que Palacios, tras prometer el cargo, suscribió un discurso que tampoco estuvo exento de mensajes en positivo. Antes de decano de la nueva facultad ya ejerció como director de la vieja Escuela Universitaria de Magisterio Nuestra Señora de la Fuencisla, y Palacios valoró que este cambio de denominación, resultado de la adaptación de las enseñanzas superiores oficiales en el marco del nuevo Espacio Europeo de Educación Superior, representa mucho más que un nombre distinto para el centro o para su cargo como responsable de éste.
“Me atrevería a decir que es como un cambio de estatus en un centro en el que hemos pasado de ser una escuela muy provinciana, muy centrada en sí misma, a una facultad dinámica, viva y con una presencia en la sociedad y la educación que hace unos años yo creo que era impensable”, resaltó Miguel en declaraciones recogidas por Ical durante su discurso. En este sentido, destacó que los alumnos de esta facultad “llevan el nombre del centro a lugares tan cercanos, pero a la vez lejanos en el espacio, como Portugal”; otros apuntó que hacen sus prácticas en Inglaterra; y recordó que hay “una presencia elevada” de estudiantes que desarrollan el ‘practicum’ en Gana.
“No hay acto cultural o académico en Segovia que no cuente con la participación directa o indirecta de nuestros alumnos, ya sea Hay Festival o Titirimundi”, citó como ejemplos. Asimismo, reseñó que el número de tesis doctorales leídas en la Facultad de Educación de Segovia “es superior al de la Facultad de Educación de Valladolid, y seguramente al de la mayor parte de facultades” de la UVa; y su máster de investigación resultó el año pasado el segundo más demandado de todos los másteres de esta Universidad.
“Hemos pasado de una escuela provinciana a un centro vivo, dinámico y con unas posibilidades enormes”, volvió a repetir, “y todo esto no es producto de otra cosa que del potencial de los compañeros, profesores y pas (personal de administración y servicios) de la Facultad de Educación”.
“Futuro incierto”
Pero Palacios apuntó que “el futuro es muy oscuro, incierto”, y matizó que sería “inadecuado” hablar de “grandes proyectos” cuando “son momentos de mantenerse, procurar perder lo menos posible y aumentar la calidad de lo que hay”.
“Todos nuestros profesores, que han demostrado sobradamente su acreditación, deben promocionarse, y para ello hay que luchar como sea contra esa ley de reposición que ciertamente nos colapsa y casi nos ahoga”, incidió. Y también “apoyar” que la segunda fase del campus segoviano de la UVa “vaya tomando cuerpo y acabe siendo una realidad en el menor tiempo posible”.
El rector, por su parte, recordó en su intervención durante el acto que, con la polémica tasa de reposición, “de cada diez que dejan de ser profesores por jubilación, fallecimiento u otras causas, solamente se puede cubrir una plaza” con personal fijo. Miguel, que según apuntó estuvo el miércoles con el consejero de Educación, Juan José Mateos, señaló que “en la Junta no les parece bien” esta norma, “y en Madrid, en el Ministerio (de Educación) dicen que tampoco”, pero “el de Hacienda es inexorable en esto”.
En este sentido, el rector advirtió que a las universidades que han intentado salirse del margen fijado del 10 por ciento “se les ha aplicado penalizaciones fuertes”, y además el gasto de personal del próximo curso tampoco puede ser superior al del anterior.
Con los profesores “necesarios”
En cualquier caso, Miguel también aclaró que todos los estudiantes tienen ya asignados profesores y “está todo listo para empezar el curso” con una reducción de la carga para los docentes de 320 a 280 horas lectivas. Medicina ya inició las clases el pasado 15 de septiembre y en el resto de estudios universitarios se generalizarán la próxima semana. En declaraciones previas al acto de la toma de posesión, explicó que han sido “muy prudentes” en este sentido y se han dotado sólo de “lo necesario” para empezar, de manera que haya margen para contratar a más docentes y destinarlos a aquellos estudios en los que se haya podido producir un aumento inesperado del número de alumnos en la recta final del plazo de matriculación.
Asimismo, avanzó que la UVa espera lanzar, “si es posible”, un programa de profesorado más estable antes de que termine el año, aunque matizó que primero tendrán que ver de cuánto dinero se dispone para ello. “Pero en principio, sobre la previsión de matrícula del año pasado, todo está asignado y con margen para contratar más profesores donde sea necesario”, incidió.
Imagen: Diego de Miguel/ ICAL