El Consejo de Enfermería de Castilla y León, ante la negociación del convenio colectivo del personal laboral de la Administración autonómica, reclama a los sindicatos UGT, CCOO y CSIF y a la Junta que adapten la normativa a la realidad y legalidad vigentes y reconozcan las competencias enfermeras.
Así lo recoge en una carta remitida a la Comisión negociadora del convenio colectivo del personal laboral de la Administración de la Comunidad donde recuerda la legislación vigente y exige respetarla reconociendo a las enfermeras la facultad de dirigir, evaluar y prestar los cuidados integrales de Enfermería.
En la misiva, el presidente del Consejo en funciones, Alfredo Escaja, recuerda que más de una década después está pendiente el desarrollo de la profesión enfermera en este convenio y estima que este es el momento de realizar la transposición literal del contenido de la Directiva 2013/55/UE y lo dispuesto en la Orden CIN/2134/2018, que regulan las competencias profesionales de las enfermeras desde 2008.
Es además, añade Escaja, de una cuestión legal, una cuestión de adaptación a la realidad de la profesión en las dependencias de Servicios sociales y las residencias de personas mayores donde ejercen estas enfermeras, por lo que “no se trata de una cuestión a negociar sino de plasmar de manera literal las competencias enfermeras que figuran en la normativa”.
Recuerda que esta normativa implica reconocer la competencia de las Enfermeras para de forma independiente: diagnosticar los cuidados de enfermería, tomar medidas inmediatas para mantener la vida, establecer una comunicación profesional completa y cooperar con miembros de otras profesiones del sector sanitario y garantizar la calidad de los cuidados de enfermería y evaluarlos.
El Consejo de Enfermería de Castilla y León quiere que por fin se reconozca la capacidad de las enfermeras y se acabe con la discriminación que padecen desde hace años las enfermeras dependientes de la Gerencia de Servicios Sociales de la Consejería de Familia e Igualdad de la Junta de Castilla y León, que además son las profesionales que asumen los cuidados de la población residente, más vulnerable y con más necesidades de cuidados profesionales.
Es el momento de impulsar a la profesión en todos los ámbitos, pero especialmente en el cuidado y protección de la salud de la población con necesidades sanitarias y sociales complejas, donde lo prioritario es cuidar más que curar, concluye.