El Laboratorio de Astronomía de Carlos González invita a grupos de todas las edades a observar “la joya” que cada noche “nos pasa por encima”

El matemático Carlos González tiene un plan de verano de lo más ajetreado. Hasta finales de agosto, ayudará a cerca de 1.000 personas de todas las edades a descubrir su gran pasión: la Astronomía. Gracias a su equipo técnico de divulgación, el maravilloso cielo segoviano dejará de tener secretos y mostarará, por ejemplo, que están más cerca que nunca Júpiter y Saturno.

Estudiando la carrera universitaria de Matemáticas, en la Universidad Complutense de Madrid, Carlos González tuvo, en 2011, durante las prácticas de la asignatura de Astronomía, la oportunidad de coger “un telescopio». «Apunté a Saturno. Me gustó mucho lo que vi y ser capaz yo mismo de apuntar con el telescopio», explica.

«A partir de ahí, todo vino solo, me fue interesando y me fue formando a través de internet, agrupaciones, reuniones de aficionados y también un Master», dice Carlos.

Así nació su proyecto, al que denominó ‘Laboratorio de Astronomía’, que coincidió con el interés del área de Cultura y Juventud de la Diputación de Segovia de promocionar talleres dirigidos a niños y jóvenes para observar el cielo y unieron sus caminos. Carlos González comparte al cien por cien el proyecto de la Diputación de Segovia de convertir la provincia en destino de Astroturismo con la certificación oficial de la Fundación Starlight. “Tenemos aquí todas las noches una joya que nos pasa por encima y no la estamos valorando”, remarca el fundador de Laboratorio de Astronomía, y sería muy positivo abrir más el campo del Astroturismo con las mediciones de la Fundación Starlight. «Con los datos en la mano, que podamos decir qué tenemos un cielo de maravilla”.

Además la provincia de Segovia tiene una gran ventaja y es estar a 1.000 metros de altura. «Cuánto más alto, menos atmósfera tienes entremedias y un cielo más claro para ver”. Carlos González explica que el cielo es totalmente diferente según la estación del año, ahora que es verano, la observación es la más cómoda de ver y también «animado por las temperaturas que son más agradables».

Mirar por el telescopio

El responsable de Laboratorio de Astronomía asegura que su objetivo es que sea una actividad amena en la que la gente se lo esté pasando muy bien, con la ayuda de su propio equipo de telescopios para “ver lo que no han visto nunca”, no sólo los niños que se llevan grandes sorpresas, también los adulto. «Los padres traen a sus hijos porque nunca han mirado por un telescopio, pero ellos tampoco y se sorprenden como niños. Disfrutan juntos padres e hijos, es una gozada y un privilegio compartir estas experiencias”, remarca.

Astrobiología

Para los días de cielos nubosos y cubiertos, en los que parece que que «no se puede hacer Astronomía”, Carlos González ha ideado un proyecto, q

ue ha puesto en marcha este 2019, que es una actividad de astrobiología. “Voy con un microscopio y enseño vida microscópica que tenemos en Segovia. Lo que me ayuda a explicar cómo los astrónomos buscamos vida por el universo”.

No se puede hacer bajo un cielo estrellado pero “no se pierde la jornada” porque la divulgación científica aprovecha cualquier ocasión, al igual que utiliza las nuevas tecnologías de la comunicación, con su página web laboratoriodeastronomia.com y sus perfiles en redes sociales, donde poder maravillarse con las fotografías obtenidas en los diferentes pueblos y la ciudad de Segovia en sus diferentes actividades de observación, así como de fenómenos astronómicos como los eclipses de luna.