El Castillo de Condado de Castilnovo (Segovia) se vende por 15 millones de euros. Se mantiene como la vivienda en venta más cara de Castilla y León, según los datos del portal inmobiliario Idealista, a razón de de 5.950 euros el metro cuadrado.
El castillo declarado Monumento de Interés Cultural en 1931, ubicado junto a la localidad de Villafranca y la carretera SG-205, está enmarcado en una finca de 79 hectáreas y una superficie total construida de 5.500 metros cuadrados. El castillo se encuentra a una hora y cuarto de Madrid y a 15 minutos de Sepúlveda y Pedraza.
El Castillo de Condado de Castilnovo se encuentra lejos de la vivienda más cara de España si se atienden datos absolutos, que recae en una villa en La Zagaleta, en Málaga, por 29 millones de euros. El listado de Idealista se completa con casas, villas y palacios en la Costa del Sol y Mallorca así como otras propiedades en Madrid y Barcelona.
Los propietarios del castillo prevén un uso principalmente hotelero y para eventos. Consta de cinco plantas, dispone de 21 habitaciones (dos de ellas grandes suites); salón real para 300 personas, espaciosas terrazas, patio interior, zona de aparcamiento y biblioteca histórica. En la actualidad, está totalmente equipado y en un estado impecable, pues se mantiene como uso para eventos.
Además del castillo, la finca comprende un coqueto molino-vivienda de 450 metros cuadrados, pradera, varias piscinas; otra casa en forma piramidal; varias naves (actualmente en uso como museos) y capilla.
Datos históricos
El estilo arquitectónico más destacado es el gótico-mudéjar, aunque se observan restos árabes, isabelinos y neoclásicos, según la web de Idealista. El origen del castillo no está aclarado, algunos investigadores opinan que se remonta al siglo VIII, por obra de Abd-al Rahmán I; otros, sin embargo, se lo atribuyen a Almanzor (siglo X). Si bien no quedan restos de época tan remota, es necesario remontarse a los siglos XII y XIII para datar los arcos apuntados de lado oeste del Patio de Armas.
En el siglo XIV, fue morada de los reyes de Aragón. En el XV, Juan II hizo entrega del mismo a su valido, Álvaro de Luna. Después, fue adquirido por los Reyes Católicos, quienes lo cedieron en dote a una sobrina. Así, entró en el patrimonio de los Velasco, Condestables de Castilla, que adaptaron el castillo al gusto de la época. Ya en el siglo XIX perteneció a la rama católica de la familia Hohenzollern y en 1856 pasó a manos de José Galofré, pintor y secretario de honor de la reina Isabel II. Posteriormente, se convirtió en propiedad de los marqueses de Quintanar.