El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó este miércoles el real decreto por el que se elimina la obligatoriedad del uso de mascarilla en interiores y que entra así en vigor, ya que en esta ocasión lo hace desde el mismo día de su publicación y no al siguiente como suele ser habitual.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, aludió ayer a la «altísima cobertura vacunal» en España y la positiva evolución epidemiológica de la covid-19 para justificar la eliminación de la obligatoriedad del uso de mascarilla en interiores, aunque pidió su «uso responsable», sobre todo cuando afecte a personas vulnerables.
Además, su uso seguirá siendo obligatorio en las áreas asistenciales, como los centros de salud, hospitales, centros de transfusión de sangre y farmacias, tanto para los trabajadores como visitantes, así como en el caso de las personas ingresadas que compartan espacios comunes, para proteger a las personas vulnerables.
También habrá que utilizarlas en los centros sociosanitarios. «No es obligatorio su uso para las personas que viven en residencias porque son sus domicilios, pero si deberán usarlas los trabajadores y los visitantes», aclaró la ministra.
Del mismo modo, «será obligatorio el uso de mascarilla en todos los transportes públicos» aunque no en los andenes y estaciones de viajeros. Sí habrá que llevar mascarilla dentro de los trenes, autobuses, aviones e incluso en los barcos cuando no se pueda mantener la distancia de metro y medio.
Entorno laboral
En cuanto al entorno laboral, Carolina Darias subrayó que «las mascarillas no serán obligatorias. No obstante, los responsables en materia de prevención de riesgos laborales y de acuerdo con la correspondiente evaluación del riesgo del puesto de trabajo podrían establecer las medidas preventivas adecuadas que estimen conveniente».
No ocurrirá lo mismo en el ámbito educativo, donde «no se usará en ningún caso. Ya no lo eran en los recreos y ahora ocurrirá lo mismo en todos los ámbitos de los centros educativos», dijo Darias.
Asimismo no existirá ninguna obligación de llevar mascarillas en restaurantes, comercios, bares, instalaciones deportivas, teatros o cines. «Esta decisión», remarcó Darias, «ha sido posible gracias a la alta cobertura vacunal y la mejora de los indicadores epidemiológicos», aunque apeló a la responsabilidad para proteger a los más vulnerables.