El Viveros Herol Balonmano Nava ya va muy en serio. Con una segunda parte arrolladora logró vencer en el siempre complicado feudo del Amenabar Zarautz (28-36) para poner encima de la mesa, por si había alguna duda, su seria candidatura al ascenso a la Asobal.
La cuarta victoria consecutiva de los naveros no terminó de consolidarse hasta el último cuarto de partido porque, hasta entonces, la renta de ambos conjuntos no había excedido los dos goles.
Igualdad e intensidad de inicio
El primero que logró colocarse por delante en el marcador fue el equipo navero, que aprovechaba una infracción del ataque de Zarautz y una parada de Patotski para conseguir una ventaja de dos goles en los primeros minutos del primer tiempo. Pronto iba a conseguir empatar el encuentro el equipo de casa, que también aprovechaba una exclusión a Prokop para colocar el 5-5 en el minuto 7.
La tónica fue la misma durante los siguientes minutos de la primera parte, con el Amenabar provocando que Álvaro Senovilla solicitase tiempo muerto con dos goles abajo para los segovianos. Recuperó el mando en el luminoso el equipo de Senovilla, pero no con la solvencia necesaria como para marcharse a vestuarios con más de un gol de ventaja. (17-18).
Ejercicio de concentración y efectividad a la vuelta de vestuarios
Balonmano Nava salió mucho más concentrado a la pista en la reanudación y la intensidad de su defensa no le fue a la zaga. Un parcial de 1-8 en los primeros minutos de la segunda parte con varios robos en la línea defensiva que derivaban en goles al contraataque, fueron determinantes para la resolución del partido. Ya nunca más se volvió a acercar el conjunto vasco al segoviano.
Una gran defensa plaga de intensidad y acierto de los naveros permitió que el conjunto de casa marcase tan solo cuatro goles en los primeros quince minutos del segundo tiempo, a lo que había que añadir un ataque fluido desde los nueve metros.
La renta se dispara y Senovilla mueve el banquillo
Con diez goles de ventaja, Álvaro Senovilla terminó dando varios minutos a Aleix Toro en portería, y el equipo comenzó a alargar las posesiones llevando los últimos ataques al aviso de pasivo sin mermar su efectividad hasta el 28-36 definitivo.
Ficha técnica:
Amenabar Zarautz Z.K.E (28): Paulo Ostolaza (p), Iker Ortiz (7), Aimar Unanue (3), Oihan Balenciaga (3), Beñat Manterola (2), Asier Lerchundi, Víctor Fernández (2), Fausto Berazadi (ps), Mikel Beristain (1), Manex Kalegain (4), Ekaitz Etxabe, Unai Vallejo, Aitor Atorrasagasti (1), Aitor Zulaika (2), Ibai Pérez (3) y Aimar Muguerza.
Balonmano Nava (36): Dzmitry Patotsky (p), Óscar Marugán (3), Jakup Prokop (6), Álex Lodos (1), Nicolás López (1), Andrés Moyano (7), Paco Bernabéu (2), Aleix Toro (ps), Dani Pérez (7), Darío Ajo (4), Gonzalo Carró, Carlos Villagrán, Roberto Pérez, Tomás Smetanka (4), Sergio Casares (1) y Andrés Vila.
Parciales cada cinco minutos: 2-4, 7-7, 9-8, 10-10, 13-13, 17-18 (descanso); 18-23, 19-26, 21-30, 23-32, 24-34, 28-36.
Árbitros: Albert Pérez y Daniel Toro. Excluyeron a Aimar Unanue (2), Ekaitz Etxabe (2) y Aitor Atorrasagasti (1) por parte del Amenabar Zarautz y a Gonzalo Carró (1), Jakup Prokop (1) y Roberto Pérez (1) por parte del Balonmano Nava.