El Ayuntamiento de Segovia ha solicitado a la Confederación Hidrográfica del Duero que actúe con mayor prevención en la labor de regulación del embalse del Pontón Alto para evitar consecuencias indeseadas sobre el caudal del río Eresma a su paso por la ciudad de Segovia, aguas abajo de la balsa.
El Ayuntamiento de la capital reclama que el organismo «modifique los criterios que le llevan a tratar la presa únicamente como una infraestructura de abastecimiento y emplee su capacidad para regular adecuadamente el caudal del Eresma realizando desagües sostenidos en el tiempo que impidan crecidas indeseadas y no esperar a que el embalse esté totalmente lleno, o incluso en niveles superiores a su capacidad, para expulsar el exceso de agua de manera apresurada».
La petición desde el Consistorio segoviano, que también se refiere a la necesidad de que el organismo de cuenca comunique con suficiente antelación la apertura de las compuertas, se produce después de que, entre el 15 y el 16 de enero, se produjera «una situación de riesgo de inundaciones por avenida de agua que obligó incluso a la declaración de la alerta de nivel rojo precisamente en el tramo referido a la capital, durante la jornada del martes, 16″.
En el periodo señalado se produjeron siete horas de lluvia intensa, por encima de 0,20 litros por metro cuadrado y picos de 0,60 litros por metro cuadrado, acumulación de agua que también provocó el deshielo de la nieve acumulada en las montañas de la sierra de Guadarrama.
En esos momentos, según los datos facilitados por el consistorio segoviano el Pontón Alto acumulaba casi 7,7 hectómetros cúbicos de agua, por encima de su capacidad oficial, de 7,3 hectómetros cúbicos. En esa situación, argumenta, «se hizo necesario el desagüe acelerado de la balsa, lo que, junto a la intensa lluvia y las aportaciones de ríos tributarios, fue decisivo en el crecimiento acelerado del caudal del río Eresma que se acercó en diferentes momentos a los 38 metros cúbicos por segundo, generó riesgo de inundación de la Casa de la Moneda y llegó a desbordarse en las cercanías de la pradera de San Marcos durante la mañana del martes».
El Ayuntamiento recuerda que «estamos en los primeros meses del año hidrológico y también en pleno invierno, épocas de lluvias y acumulación de nieve, lo que permite suponer que el vaciado de buena parte del agua que está ahora embalsado permitiría impedir nuevas situaciones similares en los próximos meses sin poner en riesgo la previsión de reservas de agua para el abastecimiento».