El Ayuntamiento de Segovia amplía, con un total de 42.000 euros al año, el convenio con Cáritas para atender no solo a las personas que están de paso por el municipio, transeúntes, a los que se les da alojamiento por una noche, así como alimentación, sino a aquellas con residencia en Segovia que no tengan una vivienda habitual. El convenio fue suscrito hoy entre la alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, y el director de Cáritas, Mariano Illana, con la presencia de su gerente, Samuel Fernández, y la concejala de Servicios Sociales, Ana Peñalosa.
Según explicaron los firmantes, a través de este convenio se atenderá a las personas que no acceden o no pueden conservar un alojamiento adecuado y permanente, ya sea por razones económicas u otras sociales o porque tengan dificultades personales para llevar una vida autónoma, porque el fenómeno de la exclusión grave y la inexistencia de un hogar es “complejo y multicausal”, aunque les une que “todas las personas que se encuentran en esa situación es su imposibilidad de acceder a una vivienda adecuada”.
En la pérdida de hogar confluyen factores como la escasez o ausencia de recursos económicos, sucesos personales y familiares traumáticos, adicciones o enfermedades mentales graves. El objetivo es avanzar en el programa de protección, de tal manera que los profesionales realizarán una intervención social de forma continuada, con orientación de los recursos más idóneos a cada persona, así como el acompañamiento intenso durante todo el proceso. El director de Cáritas avanzó la contratación un trabajador que estará “a pie de calle”.
A las personas que se detecten sin hogar se realizarán entrevistas en profundidad, se les informará y asesorará de los recursos públicos y privados, motivándoles para que inicien un proyecto vital inclusivo, y se les proporcionará, a las prestaciones sin techo, comida y acompañamiento en un entorno de seguridad y baja exigencia que permita una relación de confianza con los agentes de intervención. Además, se trabajará en la sensibilización ciudadana y en hacer visible esta situación de grave exclusión social que padecen las personas sin techo.
El convenio tendrá una duración de dos años, prorrogables. El gerente de Cáritas recordó que, en 2020, se atendieron a 200 personas, y que es complicado saber en que porcentaje se puede ampliar por las nuevas condiciones del convenio. Según Samuel Fernández, su máxima es ver “cómo atender de una forma diferente, para darle una vuelta a la intervención” porque “más cifras, son rostros”, personas.