Antonio Rivera Ramírez nació en Riaguas de San Bartolomé el 27 de Febrero 1.916 de cuya plaza su padre era medico titular más tarde se traslado con toda su familia a la ciudad imperial, es decir a Toledo. Sus padres D. José Ribera y su madre Dña Carmen Ramírez formaron un hogar en que las virtudes cristianas  brotaron de una manera espontanea, como algo natural nada moldeado ó relamido. Los dos hermanos tuvieron  un mismo punto de salida y una misma meta de llegada: Antonio del laicado comprometido con las realidades de la vida cotidiana, su hermano José  director espiritual del Seminario en el que se han formado generaciones de sacerdotes toledanos y siempre dedicado a los más desheredadados de la sociedad toledana también está abierta la causa de beatificación murió en 1.991

Estando ya viviendo en la ciudad imperial comenzó los estudios de medicina y fue nombrado presidente de la acción católica de la archidiócesis de Toledo. Se tomo tan en serio su compromiso como cristiano, que todos los días que duro la guerra civil entraba y salía del Alcanzar para llevar provisiones y curar los heridos que hubiera y sobre llevar consuelo humano y religioso. Un 18 de Septiembre de 1.936 al ir a rescatar una metralleta perdió un brazo. Suya es la frase “Disparar, disparar sin odio” el odio es como la polilla que corroe todo lo habido y por haber. Así moría Antonio un 20 de Noviembre de 1.936

De este joven no se conoce afiliación política alguna, sin embargo si mantenía afinidad con asociaciones que luchaban por Cristo, por la Iglesia por la religión y por lo valores patrios. Este Joven valiente supo dar la vida por un ideal y por una bandera, el ideal la religión católica la bandera Cristo. Hoy día nuestros jóvenes necesitan modelos de identificación  y lideres con capacidad de arrastre. Otro día hablare de su hermano D. José Ribera (sacerdote).

        Ángel Colado Sánchez CMF

(Misionero Claretiano)