A través de un bando municipal, el alcalde de Lastras de Cuéllar (Segovia), Andrés García, informó a sus vecinos que “el agua de la red” del municipio “es apta para el consumo humano” y “consecuentemente se suspende el reparto de agua embotellada”. Adjunto al bando, se pueden comprobar los resultados de la analítica realizada y como están dentro de los parámetros para nitratos y arsénico.

Según los parámetros analizados en el agua destinada al consumo, el nivel de arsénico del agua que llega a Lastras es de 5,3, de un máximo de 10, y de 45,8 sobre 50 en nitratos. Unos análisis realizados por Prodestur de la Diputación, el Laboratorio Agropecuario Provincial.

Los vecinos de Lastras de Cuéllar, 344 censados según el INE, más la población flotante de los meses de verano podrán tener agua potable en sus casas para el uso cotidiano y el consumo en los grifos y las fuentes, al menos hasta el siguiente análisis.

Los problemas en Lastras se prolongan desde el año 2014 y están ya afrontando la recta final, tras un gran trabajo de la plataforma vecinal ‘Lastras Potable Ya’, que ha visibilizado su situación en los medios de comunicación provinciales, regionales y nacioanles, con curiosas iniciativas como colgar de los balcones y ventanas las botellas de plástico que utilizaban para el consumo al no poder usar la del grifo.

Al Ayuntamiento de Lastras de Cuéllar le era imposible asumir en solitario el coste económico hacer la conducción del agua al pueblo desde el paraje de Las Fuentes. En agosto de 2020, fruto de la presión vecinal, la Junta llevó a cabo la lictación de la redacción de un proyecto para analizar este trasvase de agua conectando el manantial con el pueblo de Lastras de Cuéllar.

En noviembre de 2020, la plataforma ‘Lastras Potable Ya’ mostró su satisfacción por el protocolo que regulaba el proceso de desarrollo del abastecimiento de agua firmado por el Ayuntamiento, la Diputación provincial y el Ejecutivo autonómico. El importe ronda el medio millón de euros. Los trabajos se iniciaron en abril y tienen una duración prevista de unos ocho meses, con lo que a finales de año o principios de 2022 ya tendrán de continuo agua potable y de calidad.