Según informa Cruz Roja, hasta el 96% de las víctimas de trata atendidas por esta organización son migrantes. De ellas, el 70% se encuentran sin permiso de estancia y trabajo en el país y algo menos del 20% son solicitantes de protección internacional.
La trata, «una violación de los Derechos Humanos»
Cruz Roja define la trata como «una grave violación de los Derechos Humanos que atenta contra la libertad y la dignidad de la persona y que afecta especialmente a mujeres, niños y niñas». En concreto, «la trata que afecta a mujeres está considerada violencia de género», especialmente «aquella con fines de explotación sexual».
Según informa la organización, «hemos acompañado a un total de 1.284 mujeres que atravesaban por situaciones de trata y explotación: 692 mujeres en situación de trata sexual, 87 mujeres en trata mixta, 35 en trata laboral, junto a las 470 mujeres en explotación sexual».
Solo en los casos de trata, «las mujeres y niñas representan el 63% de las personas atendidas por Cruz Roja en todas sus finalidades de explotación». Además, las mujeres en situación de trata «se enfrentan a múltiples violencias machistas, lo que hace aún más necesario la implementación del enfoque de género interseccional».
La trata laboral
También preocupan los casos de trata laboral, «un tipo de trata que está infradetectada y que afecta especialmente a sectores como la agricultura y el servicio doméstico», en donde las víctimas están «más aisladas y sufren de mayor invisibilización y ciertos comportamientos discriminatorios».
La infancia migrante y la trata
La infancia migrante también es «altamente vulnerable a la trata», puntualiza Cruz Roja. Especialmente «en los casos de niñas y niños que llegan a Europa no acompañados». La organización estima que un millón de niñas y niños se encuentran en situación de trata con fines de explotación sexual en el mundo, de los que dos de cada tres menores son niñas.
Las redes sociales, una herramienta para los tratantes
Por último, Cruz Roja puntualiza que «las redes sociales suponen una herramienta muy poderosa para los tratantes» a la hora de captar personas, ya que «se aprovechan de la accesibilidad y el anonimato que proporcionan para atraer a sus víctimas».