El Duratón, uno de los ríos más emblemáticos de Segovia, podría verse amenazado por los impactos críticos e irreversibles asociados al proyecto de abrir una mina a cielo abierto en el nordeste segoviano, según denuncia Ecologistas en Acción de Segovia.

Tras analizar el proyecto, la organización ecologista concluye que el caudal del río, la calidad de sus aguas y su conexión con los terrenos circundantes resultarían seriamente afectados si el proyecto minero prospera.

Añade que sus destacados valores ecológicos y su papel como corredor natural entre las cumbres del sistema central y las zonas bajas de la cuenca del Duero hicieron que dos amplios tramos del río fueran incluidos en la red europea de conservación Natura 2000. La denominada “Zona de Especial Conservación Riberas del Río Duratón” (ZEC-ES41600849), perteneciente a la red europea de conservación Natura 2000, discurre a través de unos 40 km del río Duratón, en dos tramos separados. El primer tramo, de 25 km de longitud, transcurre íntegramente por la provincia de Segovia, desde el pie de monte de Somosierra y llega hasta la desembocadura de los ríos Ayuso y de la Hoz, en el núcleo de Sepúlveda.

Este tramo del río, según denuncia, resultaría afectado de lleno por el proyecto de minería a cielo abierto presentado por la empresa ERIMSA, «que ha elegido entre los espacios a explotar buena parte de la vega del río, exceptuando un exiguo pasillo de 25 metros a ambos lados del cauce».

Impactos en el régimen de caudales y en la calidad de las aguas del Duratón

«La destrucción del tapiz vegetal asociada a la actividad minera, unida a la pérdida de porosidad del suelo originada por la retirada de los materiales de más de 40 mm de diámetro y a la compactación del terreno provocada por el paso de la maquinaria, provocarían un fuerte incremento de la erosión hídrica en la cuenca que alimenta al Duratón», apuntan.

Señalan que «aunque se realicen zanjas perimetrales en las parcelas explotadas, en los periodos de lluvias, las aguas acabarían incorporándose a la red hidrográfica llevando unas cargas de sedimentos muy elevadas. Estos sedimentos, a su vez, provocarían un deterioro en la calidad de las aguas del Duratón dañando a las especies acuáticas. El problema sería mayor, si cabe, en el caso de los ríos río Cerezuelo y Serrano, tributarios del Duratón, ya que el proyecto sólo contempla respetar un pasillo sin excavar de 5 metros a cada lado de sus cauces».

Los impactos sobre los flujos del agua se verán agravados en el caso de que las excavaciones realizadas en el entorno del Duratón y sus tributarios lleguen al nivel freático y provoquen el afloramiento de las aguas del acuífero asociado al río. Esa situación, altamente probable, no sólo provocaría una distorsión evidente de los flujos de agua sino también la pérdida de recursos hídricos, al crearse láminas de agua que incrementarían la evaporación, manifiestan.

Impactos en la fauna de la ZEC “Riberas del río Duratón”

La declaración de la ZEC “Riberas del Río Duero» fue decidida, entre otros motivos por la presencia en el río de una interesante comunidad de peces, destacando ciprínidos autóctonos como la boga del Duero (Pseudochondrostoma duriense), la bermejuela (Achondrostoma arcasii) y la lamprehuela (Cobitis calderoni), presentes en los tramos mejor conservados. En ese sentido, «los impactos descritos sobre los caudales del río y la calidad de sus aguas comprometerían de forma evidente su subsistencia», insisten. Otra de las especies singulares que motivo la declaración es el sapillo pintojo (Discoglossus galganoi), un pequeño anfibio que se encuentra en los encharcamientos de los herbazales ribereños, «cuyo hábitat se vería comprometido por las excavaciones».

Por su parte, la nutria, presente en el tramo de río Duratón afectado, «requiere aguas transparentes para poder alimentarse y precisamente, uno de los efectos estimados de la extracción sería el incremento de los sólidos en suspensión en las aguas del río, con la correspondiente pérdida de transparencia».

Ecologistas en Acción de Segovia se dirigirá a la Junta de Castilla y León y a la Confederación Hidrográfica del Duero para solicitar que ejerzan sus responsabilidades como garantes de la integridad de la red Natura 2000 para impedir que el proyecto sea autorizado.

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