Una docena de niños españoles llevan un nombre «diseñado» por una empresa.
Eire, Fabián, Victòria, Lucas, Elda, Pierre, Abel, Amanda, Daniel, Mia, Andrea y Nausicaa son los nombres que llevan los pequeños.
La empresa Damenáme, fundada en 2010 por dos hermanos publicistas: Sergio Ituero y Raúl Ituero, cumple cuatro años sugiriendo nombres de bebé «a medida» y de forma totalmente gratuita. Esta fue la primera empresa en Europa en poner nombre a un recién nacido.
Ellos, a pesar de ser madrileños, tienen un fuerte vínculo con la provincia de Segovia debido a que sus padres son de dicha ciudad. Esto se ve reflejado en dos de sus apellidos: Ituero y Garcillán.
Poner nombre a los bebés
En agosto de 2015, el estudio de naming Damenáme, especialistas en poner nombre
a empresas, productos y servicios, ofrecía a través de su página de Facebook su
saber hacer como nombradores a futuros papás para ayudarles a tomar una decisión
de gran trascendencia: poner nombre a su bebé.
La propuesta tuvo mucho éxito y después de más de 4.000 peticiones contestadas,
doce niños y niñas llevan un nombre propuesto por ellos: Eire, Fabián, Victòria, Lucas,
Elda, Pierre, Abel, Amanda, Daniel, Mia, Andrea y Nausicaa. En orden cronológico.
Los padres que necesiten ayuda para elegir el nombre de su hijo o hija solo tienen que
responder a un breve cuestionario: sexo del bebé, apellidos de los progenitores,
preferencia de idioma si lo hubiera y pueden adjuntar, si así lo desean, una
ecografía, pues como ellos mismos señalan “todo ayuda a la hora de nombrar y, a
veces, el feeling que produce la primera foto que te hacen en tu vida es definitivo”.
Damenáme responde en un plazo aproximado de 48 horas y, una vez dado el nombre
a los padres, es decisión 100% suya ratificarlo en el registro civil.
Relacionado con los nombres de bebés tienen una segunda marca llamada
Aván&Era, cuyo servicio sí tiene un coste, en la que ofrecen nombres únicos para
bebés. Es decir, nadie en España, según el Instituto Nacional de Estadística, se llama
así en el momento en que ellos proponen el nombre. En este servicio, al ser más
exclusivo, firman una cláusula de confidencialidad con los clientes para no hacer
público nunca ese nombre tan especial.