Estas dos romerías de Segovia se convierten en cita imprescindible en el mes de septiembre. Y ambas, más o menos, coinciden en fecha ya que al menos una de ellas no tienen un día fijo marcado en el calendario.
Romería de la Virgen de Hontanares
La Romería de Nuestra Señora de Hontanares demuestra la devoción que por esta Virgen tienen los habitantes de Riaza, explica Turismo Castilla y León.
Así, detalla, “toda la población acude hasta la ermita, desde donde sale un camino que lleva a la cruz que remata una parte de la Sierra de Ayllón”. Precisamente, en ese lugar, se encuentra la llamada fuente de las tres gotas donde, según cuentan, apareció la Virgen.
Así, cuenta el sitio web Segovia un Buen Plan, la ermita de Nuestra Señora de Hontanares se encuentra a 1.450 metros de altitud, enclavada en medio de un claro en un bosque de robles. La ermita fue construida en el año 1606 con dos grandes estancias; una la propia iglesia y otra la antigua hospedería. En el interior, continúa dando más detalles, sobresale el retablo mayor presidido por la imagen de Nuestra Señora de Hontanares.
Una de las leyendas sobre esta ermita cuenta que la imagen de la virgen se protegió en una cueva de la invasión musulmana. Ya en la Reconquista, debido al mal tiempo reinante, un pastor fue a la cueva para cobijarse y se encontró con la talla junto a una fuente de la que manaba gotas de aceite que mantenía encendida la luz de una lámpara. El pastor empezó a utilizar esas gotas pensando que tenían propiedades y el aceite se convirtió en agua. En la actualidad, esta fuente se denomina como la de las Tres Gotas. En el lugar se puede divisar una cruz.
La romería se celebra el domingo posterior al 8 de septiembre y congrega a riazanos, fieles, turistas y curiosos amantes de las tradiciones. Cuenta con la declaración de Interés Turístico Regional.
Romería del Santísimo Cristo del Caloco
También cuenta con la declaración de fiesta de Interés Turístico Regional la romería en honor al Santísimo Cristo del Caloco en El Espinar.
La jornada festiva comienza al amanecer en el Portalón. Allí, se concentran los romeros y las carrozas que se preparan para la ocasión. Como se trata de una hora temprana, para entonar el cuerpo se reparten sopas de ajo entre todos los asistentes.
Tras la misa cantada se lleva la imagen del Cristo del Caloco desde la Iglesia de San Eutropio en El Espinar, donde ha permanecido los ocho días anteriores durante las fiestas, de regreso a su Ermita, a unos kilómetros que los devotos recorren andando.
Después de la tradicional celebración de la misa de campaña comienza la romería propiamente dicha, en la que no falta la dulzaina y el tamboril, los puestos de venta, el repique de campanas y la despedida de los espinariegos a su Cristo que no volverá a pisar la iglesia hasta el año siguiente.
Las fiesta del Cristo del Caloco son de las más turísticas de la provincia de Segovia. Comienzan el segundo sábado de septiembre y la romería tiene lugar ocho días después, el domingo de fin de fiestas.