Cuarto encierro de Cuéllar/ Imagen – Diego de Miguel/ ICAL
El cuarto encierro de las fiestas de la localidad segoviana de Cuéllar fue “muy complicado” durante el traslado desde los corrales hasta el embudo y solo cuatro de los seis novillos entraron en la plaza de toros. Afortunadamente, la enfermería no tuvo que atender a ningún herido, aunque las reses llegaron muy cansadas al tramo urbano y una de ellas tardó casi 40 minutos en alcanzar el coso.
Los novillos de la ganadería sevillana de Soto de la Fuente salieron de los corrales junto al río Cega “agrupados y con los mansos”, incluso los caballistas consiguieron hacer una parada con la manada en el pinar, algo que no se había conseguido en las tres jornadas anteriores, como explicó el alcalde de Cuéllar, Jesús García, en declaraciones a Ical.
Cuando alcanzaron las zona de Las Máquinas, las reses comenzaron a disgregarse y una de ellas se fue hacia el margen izquierdo para quedarse en el arroyo Cerquilla, donde finalmente tuvo que ser sedada. Las otras cinco pasaron las tierras de labor y “poco a poco” fueron subiéndolas los caballistas, “que tuvieron mucho trabajo”.
Ya en la zona de El Embudo, uno de los novillos se separó de la manada e inició el descenso hacia las 9.30 horas. Pese a los intentos de los caballistas por reconducirla, se dirigió hacia la alameda cercana donde se vivieron momentos de mucho peligro por el público que se encontraba entre los árboles esperando la llegada del encierro, incluso un joven se cayó por un terraplén para evitar la embestida. El toro continuó por el camino de las Maravillas en dirección a la localidad, refugiándose en el polígono Malriega donde fue anestesiado.
Finalmente, los organizadores han decidido lanzar a los otros cuatro novillos sobre las 9.45 horas de la mañana, llegando agrupados al Embudo, aunque han entrado disgregados a la plaza de toros. Uno de ellos, más lento por el cansancio acumulado del recorrido por el campo, se ha quedado rezagado y arremetiendo en varias ocasiones contra las talanqueras, permaneciendo en las calles de la localidad casi 40 minutos hasta que entre los corredores y los pastores han conseguido que alcanzara el coso.
García incidió en que las complicaciones que han surgido en el campo han afectado al tramo urbano, donde las reses han llegado agotadas. En la enfermería no se tuvo que atender a ninguna personas y los seis heridos en el festejo del pasado lunes, tres de ellos por asta de toro, evolucionan favorablemente.
El ciclo de encierros de Cuéllar, considerados los más antiguos de España, finalizan mañana con novillos de El Sierro de Castraz (Salamanca), que serán lidiados por la tarde por el rejoneador Ginés Cartagena, Antonio López Linares y Alejandro Pavón Hato.