Las actuaciones se centran en los arroyos Morete, Carneros y Peña Barrueco.

Dos helicópteros, sus respectivas cuadrillas helitransportadas, el personal técnico y agentes medioambientales de la Junta, en colaboración con el Ministerio, esparcen paja de cereal para frenar la erosión de los terrenos afectados por el incendio en la sierra de Guadarrama (Segovia) para frenar la degradación por efecto de las cenizas y la erosión.

Unos trabajos que fueron visitados hoy por el delegado territorial de la Junta en Segovia, José Mazarías.

Los trabajos consisten en el control de la erosión de las laderas que configuran las cuencas de los arroyos Morete, Carneros y Peña Barrueco, en las que no existe vegetación arbórea, mediante acolchado manual de paja en forma de fajas. Además, en los lechos de los cauces se construyen albarradas de madera, colocando un lecho de piedra para evitar el descalce, con el objetivo de impedir arrastres y minimizar los aportes de cenizas y partículas de suelo a los arroyos, cuyas aguas abastecen de agua potable a localidades del entorno.

Desde la Delegación Territorial de la Junta en Segovia recordaron que en aquellas áreas con pendientes elevadas, en las que no se puede hacer de forma manual, los helicópteros están procediendo en esta semana a realizar el extendido o acolchado de la paja de cereal. La experiencia de esta técnica ha demostrado su eficacia en la protección directa del suelo y para evitar riesgos erosivos, sobre todo en zonas vulnerables, como son aquellas en que el terreno ha quedado sin cobertura vegetal, para minimizar los aportes de cenizas y partículas de suelo a los citados arroyos.

José Mazarías estuvo acompañado por el alcalde del Real Sitio, Samuel Alonso; el jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente, Pedro Ejarque, y el ingeniero de Montes y responsable del proyecto de restauración, Ignacio Quintanilla.

Desde la extinción del incendio, que afectó a 400 hectáreas de los términos municipales de Real Sitio de San Ildefonso y Palazuelos de Eresma, en Castilla y León, y Rascafría, en Madrid, en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, se pusieron en marcha distintas medidas que persiguen la recuperación de la integridad del ecosistema y favorecer la regeneración natural tanto de la flora como de la fauna. Tras estas intervenciones de emergencia, se acometerá el proyecto de reforestación de la zona.