Perderse por la provincia de Segovia es perderse entre naturaleza, patrimonio, gastronomía y muchas sorpresas. El territorio segoviano es tan amplio como variado.

Segovia cuenta con un total de 209 pueblos a los que se suman 17 entidades locales menores. Un total de 226 localidades que merece la pena visitar, porque cada una de ellas tiene lugares maravillosos. Hemos escogido diez de ellos, diez pueblos con encanto que tienes que conocer de Segovia.

San Ildefonso

El Real Sitio de San Ildefonso es la joya de la corona de Segovia. Una mezcla de tradición, naturaleza, arquitectura e historia.

Pasear por el Real Sitio de San Ildefonso es como retroceder al s. XVIII y sentirse miembro de la corte real. Calles rectas que llevan a Palacio, esbeltos árboles llenos de grandeza, fuentes majestuosas que riegan los jardines de un palacio lleno de tesoros… Y todo al pie de la magnífica sierra de Guadarrama.

En el pueblo se puede visitar el Palacio Real y sus jardines. Pasear por los Jardines de La Granja es pasear por el ambiente palaciego de tres siglos atrás. Allí nos esperan las impresionantes fuentes de influencia mitológica y respiraremos el aire puro de la sierra combinado con el aire fresco de la centenaria vegetación del lugar. Sin darnos cuenta, dejamos atrás las ordenadas plantaciones del Jardín y nos adentramos en la zona boscosa del Palacio. Si seguimos los caminos que ascienden a la parte alta llegamos a El Mar, depósito en forma de lago que no nos dejará indiferentes y cuyo agua, canalizada, nutre a todas fuentes.

Otro de los atractivos del Real Sitio es La Real Fábrica de Cristales de La Granja, nacida al calor de la nueva dinastía borbónica, constituyó uno de los ejemplos de manufacturas reales más importantes de toda la España dieciochesca.

Riaza

Riaza es una villa serrana enclavada en la vertiente norte de la Sierra de Ayllón, a 1.190 m de altitud.

De la villa debemos destacar, como en muchas otra villas castellanas, su magnífica plaza porticada, pero con la curiosidad de estar rodeada por gradas de piedra, con su respectiva barandilla de forja de hierro que ejerce como coso taurino. En la misma plaza, destaca el Ayuntamiento y la iglesia parroquial de Ntra. Sra. del Manto.

El resto de la localidad se distingue por el encanto de sus calles que cuentan con casas blasonadas y por donde llegaremos al paraje del Rasero, con la ermita de San Roque y también la ermita de San Juan Bautista.

Pero de Riaza debemos destacar también su magnífico entorno natural. Situada en las faldas de la sierra de Ayllón, en un paraje envidiable

Ayllón

Ayllón es una villa con verdadero sabor medieval que se encuentra en la falda de una colina al nordeste de la provincia de Segovia, lindando con la de Soria, en las estribaciones de la Sierra de Ayllón. En el cerro que corona la villa se han encontrado restos celtíberos, primeros habitantes de la zona, después la habitaron godos, visigodos y musulmanes. Muchos reyes han pasado por esta villa, además de personajes como el Cid Campeador o santos como San Francisco de Asís o Santa Teresa de Jesús.

Declarado Conjunto Histórico Artístico, formado por edificios señoriales y viviendas de arquitectura tradicional todos sus rincones están llenos de encanto. La entrada a la villa se efectúa a través de un puente romano de piedra sobre el rio Aguisejo y de un Arco medieval que a modo de buen centinela nos da la bienvenida. Su Plaza Mayor, de estructura irregular, con soportales de piedra, fuente de cuatro caños, la iglesia románica de S. Miguel y el palacio que alberga el Ayuntamiento conforman una visión armónica y pintoresca.

Cuéllar

La Villa de Cuéllar es el mayor municipio de la provincia de Segovia. Situada al noroeste, se asienta sobre una llanura, atravesada por el rio Cega. Una amplia masa de pinares cubre estos terrenos, dando su nombre a la comarca natural conocida como “Tierra de Pinares”.

Debido a su carácter de Villa Medieval y su amplio patrimonio fue declarada Conjunto Histórico. En la zona alta de la villa se localiza el Castillo de los Duques de Alburquerque. Declarado Monumento Nacional en 1931, es un edificio cuyos orígenes remontan a finales del siglo XI. Posteriormente se construye en estilo gótico-renacentista, con un aspecto más palaciego que militar.

Permanece en muy buen estado de conservación y en la actualidad alberga el Instituto de Enseñanza Secundaria “Duques de Alburquerque”, la Oficina de Turismo y el Archivo de la Casa de Alburquerque.

De ambos extremos del castillo nace la muralla que rodea el casco antiguo de la villa, abierta por distintas puertas como los arcos de S. Basilio, S. Andrés, la Puerta de la Judería, el arco de Santiago y el de S. Martín.

El centro neurálgico es su Plaza Mayor con la iglesia de S. Miguel.

En esta Villa nos encontramos con uno de los principales focos de arquitectura mudéjar de la cuenca del Duero y el más numeroso de Castilla y León. Tanto es así, que se la conoce como “la isla mudéjar”.

Pedraza

Pedraza se levantó entre dos cerros, entre los ríos Cega y Vadillo, que la convirtió en un bastión inexpugnable, donde el castillo se dispone estratégicamente sobre un levantamiento rocoso.

Entramos a la Villa, declarada Conjunto Monumental, por su puerta principal de la vieja muralla, la conocida como Arco de la Villa y nos encontramos con la Vieja Cárcel que actualmente se puede visitar. Veremos, a partir de ahora, grandes casonas hidalgas y palacios con grandes fachadas y escudos heráldicos que harán de aperitivo antes de entrar en la Plaza Mayor.

Coca

Coca está declarada Conjunto Histórico y Bien de Interés Cultural. Sus monumentos, su entorno paisajístico y su gastronomía hacen que este lugar sea muy atractivo. Cuenta con un par de verracos celtibéricos de granito, los restos de una casa romana que debía de pertenecer a un notable de la ciudad, un tramo muy bien conservado de la muralla medieval y la Puerta de la Villa que da acceso a la población. Pero, es su castillo, el monumento más representativo. Situado en el extremo occidental del casco urbano, aprovecha como defensa natural uno de los meandros que traza el rio Voltoya.

Sepúlveda

Sepúlveda es una espectacular villa medieval rodeada por los ríos Duratón y Caslilla. Un entorno sinuoso entre hoces y barrancas sitúan privilegiadamente a esta villa que está denominada como Conjunto Histórico Artístico.

La Villa de Sepúlveda cuenta con un gran tesoro histórico y artístico gracias a la situación estratégica de la villa. Fruto de la gran actividad que tuvo es el Castillo, hoy ayuntamiento, las murallas del siglo XII junto con alguna de las puertas que todavía se conservan, de las siete que llegaron a existir, como: Arco de la Villa, Puerta de la Fuerza, El Azogue, Ecce-Homo y del Río. Calles con sabor medieval que nos transportan por la villa disfrutando de templos como la iglesia de El Salvador, la de San Bartolomé, con gran colección de retablos o la iglesia de Santiago, en la que actualmente se encuentra el Centro de Interpretación de la Naturaleza del Parque Natural de las Hoces del Duratón. Y otros como San Justo y Pastor, con el Museo de los Fueros, el Santuario de Nuestra Señora de la Peña, el Centro de Interpretación de la Cárcel Antigua o el Museo de Lope Tablada de Diego.

Sotosalbos

Sotosalbos es una pequeña población a los pies de la Sierra de Guadarrama fundada en el siglo XII sobre una campiña donada por los segovianos al Obispo y al Cabildo. La localidad, llamada Sotis Albis, se comenzó a poblar con gran rapidez y es a partir de mediados del s. XIII cuando comienza a denominarse Sotosalbos, sotos albos, que significa sotos blancos. En el siglo XIV, Juan Ruiz, arcipreste de Hita nombra a este pueblo serrano en el clásico de nuestra literatura el Libro de buen amor. El aroma serrano del pueblo lo transmite todo su entorno, y se agradece cómo la cuidada arquitectura de las nuevas construcciones ha sabido salvaguardar la autenticidad del lugar.

Turégano

La villa de Turégano se encuentra en el centro de la provincia de Segovia asentada sobre un antiguo castro arévaco, posteriormente romanizado. Construido en el siglo XV, el castillo de la localidad vigila el caserío desde su loma, coronada por la espadaña del campanario que muestra que en su interior alberga una iglesia. Es la iglesia de San Miguel, templo románico de finales del siglo XII o principios del XIII sobre el cual se contruyó la fortaleza. Un siglo antes Turégano se había convertido en villa episcopal, cuando doña Urraca dona al obispo de Segovia estas tierras. Fue entonces cuando comenzó a construirse la iglesia de Santiago que acabó convirtiéndose en un templo barroco que durante siglos escondió detrás de su retablo rococó un ábside románico descubierto de forma casual en la década de los noventa. Recientemente restaurado y abierto al público, supone para muchos uno de los hallazgos románicos más sorprendentes de las últimas décadas en nuestro país, habiéndose recuperado parte de las esculturas originales y de sus pinturas policromadas.

Maderuelo

La Villa de Maderuelo es Conjunto Histórico-Artístico al que hay que añadirle un magnífico entorno natural. Se sitúa sobre una gran colina, rodeada por el embalse de Linares. Es el inicio de las Hoces del Río Riaza.

De la villa podemos destacar las iglesias románicas de San Miguel, y de Santa María. Por sus calles podremos contemplar casas nobles con simbologías en piedra con la temática templaria que nos llevan hasta el torreón que fue el antiguo castillo. Maderuelo conserva, de la época musulmana, algunos restos arquitectónicos únicos en Segovia. La Edad Media dejó en la villa muchos restos que confirman la importancia que tuvo Maderuelo en esos tiempos, como la puerta y trazado de las murallas y restos de trece templos. Ya a las afueras, destacamos la grandiosa ermita de Castroboda donde se venera a la patrona de la localidad y la ermita de la Santa Cruz de finales del siglo XI.