El Museo de Segovia ha escogido como ‘pieza del mes’ el famoso lienzo de ‘La Crucifixión’ o ‘El Calvario’, del artista Francisco Rizi. La obra sufrió una altercado en 1985, cuando la calavera que aparece a los pies de la cruz fue arrancada. Este acto vandálico hizo que el lienzo fuera llevado al Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León, donde fue restaurado.
Este lienzo, que se encuentra en el propio Museo, es una representación cristiana cuya temática principal es la crucifixión de Cristo. La escena sigue el esquema tradicional del arte cristiano, en el que Cristo se convierte en el eje central de la composición. Clavado en la Cruz, está flanqueado a su derecha por la Virgen María, representada con apariencia afligida, que mira fijamente a los pies de su Hijo. A la izquierda del lienzo, se encuentra el apóstol San Juan, que mira el rostro de Jesús, que aparece ya muerto con la herida en el costado.
La simplicidad de las dominantes de la composición, en la que solo aparecen tres personajes, incluye este cuadro dentro del grupo denominado como “Crucifixión de carácter devocional”, caracterizado por acoger en la escena solo a los personajes destacados de la narración bíblica.
La presencia de una calavera bajo la cruz hace referencia al monte Gólgota, que en arameo significa “calavera”, por lo que se trata de un elemento de referencia ambiental.
La calavera fue arrancada del lienzo, durante el tiempo en el que estuvo colocada en la escalera de acceso de la Biblioteca Provincial de Segovia, cuando la sede de esta institución estaba emplazada en el edificio de la antigua cárcel. En abril de 1985, por un acto vandálico, se produjo el robo de la zona del lienzo donde iba representada la calavera, que sustrajeron por medio de una incisión alrededor de la imagen.
Este acontecimiento exigió que este cuadro fuera llevado al Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León, lugar en el que se procedió al restablecimiento total de la zona perdida.
La ubicación original del cuadro se estima que se encontraría en alguna de las instituciones religiosas segovianas cuyos bienes pasaron al Museo tras la Desamortización de Mendizábal en 1936.
La hipótesis principal, según algunos escritos, podría haberse encontrado en la iglesia del convento de los Capuchinos. Este edificio, fundado en el siglo XVII por los condes de Cobatillas y en ruina tras la desamortización, fue ocupado por una Comunidad de Madres Oblatas a partir de 1928, hasta que ha sido reconvertido en tiempos recientes en un establecimiento hotelero.