La Guardia Civil de Segovia ha detenido a dos personas e investigado a una tercera como presuntas autoras de los delitos de simulación de delito, blanqueo de capitales, falsedad documental, estafa y pertenencia a grupo criminal, cometidos de forma telemática.
La operación CAR-SHELL comenzó tras la denuncia presentada por una mujer en el Puesto de la Guardia Civil de Segovia, en la que manifestó haber sido víctima de una estafa en la compra de un coche a través de un conocido portal de compraventa de vehículos en Internet. Tras entregar la cantidad de 2.000 Euros en concepto de reserva, no volvió a saber nada del presunto vendedor.
Por ello, informan fuentes de la Guardia Civil, se inició una investigación «que permitió averiguar la cuenta bancaria donde iba destinado el dinero, la cual había sido abierta en la localidad de Castro Urdiales (Cantabria). El titular de dicha cuenta había sido contactado por la denunciante a través de las redes sociales, y éste había interpuesto denuncia por usurpación de estado civil, hecho bastante común en este tipo de delitos».
«El Equipo @ de la Comandancia de Segovia, tras analizar la información obtenida, observó que dicha cuenta había recibido, en reiteradas ocasiones, transferencias de dinero de importes considerables», añade el instituto armado. Estas transacciones provenían de personas residentes en la Comunidad Valenciana y Madrid. Tras contactar con las mismas, aseguraban que habían accedido a portales de compraventa de vehículos y habían realizado el pago por la compra de un vehículo por transferencia bancaria.
Modus operandi:
Los estafadores colgaban anuncios de venta de vehículos en Redes Sociales y plataformas de compraventa de vehículos en Internet. Cuando las víctimas contactaban con ellos, un supuesto vendedor les respondía mediante correos electrónicos creados al efecto.
Utilizaban DNI usurpados para establecer un marco de confianza con las víctimas. Todas las comunicaciones se producían de manera telemática, asegurando los presuntos estafadores que los vehículos comprados se entregarían en el domicilio de las víctimas, incluso imitaban facturas de empresas de transporte reales, para dar verosimilitud al proceso de compra y envío.
El grupo criminal utilizaba cuentas bancarias para la recepción del dinero estafado, las cuales abrían días antes de producirse la estafa y se cerraban poco después. En este proceso se producía un blanqueo de capitales transfiriendo el dinero a otras cuentas, reintegrándolo en cajeros o mediante la compra de criptomonedas, desconectándolo del delito principal y dotándolo de apariencia de legalidad.
La apertura de estas cuentas bancarias son realizadas de forma online por personas llamadas mulas encargadas de mover el dinero, usurpando la identidad de terceras personas. La compra de criptomonedas es el último paso que cierra el círculo, retornando el dinero estafado ya blanqueado al resto de integrantes del grupo criminal.
Los detenidos trataron de evadir la acción de la justicia interponiendo denuncia por usurpación de estado civil, pero todos los indicios apuntaban a su activa participación en los hechos delictivos, por lo que se procedió a la detención de dos personas y la investigación de una tercera como presuntas autoras de los delitos de simulación de delito, blanqueo de capitales, falsedad documental, estafa y pertenencia a grupo criminal, cometidos de forma telemática.
Las detenciones se llevaron a cabo por el Equipo de Investigación Tecnológica de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Segovia y el Equipo @ de la misma en las localidades de Segovia y Castro Urdiales (Cantabria).
Las diligencias instruidas fueron puestas a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 3 de Segovia.